ELECCIONES HISTORICAS EN VENEZUELA
“El único que da órdenes aquí es el Pueblo”.
A pocos días de celebrarse la elección para la nueva Asamblea Nacional Constituyente (ANC), el gobierno bolivariano consiguió derrotar todas las maniobras de la derecha venezolana para romper el orden constitucional: desde el plebiscito ilegal del 16 de julio hasta el intento de sabotaje contra las Fuerzas Armadas. El 30 de julio se juega el futuro de la Patria de Chávez.
Frente a la agresión fascista de la derecha y el imperialismo, el pueblo venezolano no retrocede ni un milímetro en la defensa de la Revolución Bolivariana.
A días de la elección para elegir una nueva Asamblea Nacional Constituyente (ANC), la derecha sigue incrementando sus ataques terroristas contra el pueblo venezolano y sus instituciones. Desde el pasado mes de abril, la oposición venezolana asesinó al menos 90 personas, la mayoría acusadas de ser chavistas o simplemente por su color de piel. En ese mismo período hubo 23 casos de personas quemadas vivas por los mismos sectores. Todas las acciones de la derecha tienen el objetivo inmediato de evitar la elección y creación de la ANC. El nivel de terrorismo fascista que están mostrando llegó incluso a incomodar a sus instigadores, los Estados Unidos, que tuvieron que sacar un comunicado alertando a sus ciudadanos a no acercarse a las manifestaciones y “trancazos” antichavistas.
Desde el gobierno bolivariano se sigue apostando al dialogo para evitar el derramamiento de sangre, pero la oposición continúa con sus intentos de sabotaje contra la estabilidad institucional del país. El 16 de julio pasado, la derecha organizó un plebiscito ilegal para desconocer al gobierno de Nicolás Maduro. A pesar del apoyo logístico y financiero de los Estados Unidos, el plebiscito opositor fue un fracaso total. Quedaron en evidencia un sinnúmero de irregularidades y una falta de transparencia absoluta: personas votando varias veces, quema de papeletas previo al anuncio de los resultados, ni un observador internacional, etc. La respuesta de la revolución no se hizo esperar y al otro día el gobierno bolivariano organizó un simulacro electoral constituyente en donde participaron millones de venezolanos. El simulacro fue utilizado por el pueblo como demostración de fuerza contra la derecha y fue contundente. “Nos reportan que en todos los centros electorales del país las colas son interminables y que a pesar de que los comandos de campaña le han informado a la gente que esto es solo un simulacro, la gente insiste en que no se va a retirar”, dijo en rueda de prensa el jefe de campaña chavista, Héctor Rodríguez.
Luego de semejante fracaso, la oposición intentó otra jugada el 21 de julio: nombró 33 jueces a dedo utilizando la vieja e ilegítima Asamblea Nacional y, paralelamente, convocó un paro nacional (al que denominaron “Hora Cero”). A las pocas horas, el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ) anuló el procedimiento de elección de jueces, al considerarlo inconstitucional, y puso en su lugar a los “magistrados” derechistas, que tuvieron que dar un paso al costado o serían juzgados como criminales. Mientras tanto, el paro nacional guarimbero pasó desapercibido y solo tuvo cierto impacto en unos pocos sectores de la capital.
Ante tantas derrotas políticas de la oposición, el presidente de EE.UU, Donald Trump, amenazó al gobierno bolivariano con sanciones económicas e instó a Maduro a cancelar las elecciones para la ANC. Maduro salió a responderle y afirmó que la Constituyente será una muralla contra el fascismo y el intervencionismo. “La derecha imperial cree que puede dar órdenes en Venezuela. El único que da órdenes aquí es el pueblo”, afirmó Maduro
El alto mando militar venezolano también reaccionó ante las amenazas de Trump. El Ministro de Poder Popular para la Defensa, Vladimir Padrino López, defendió la legitimidad de la convocatoria para la nueva ANC y afirmó que “el pueblo venezolano no va a retroceder ni un milímetro en la decisión de ser libre, soberano e independiente”. Este posicionamiento del sector de la defensa viene a reforzar la demostración de lealtad revolucionaria de las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional Bolivariana del pasado 21 de junio en el acto por el día del Ejercito Nacional. Recordemos que uno de los objetivos centrales del imperialismo es acabar con la unidad que existe entre el pueblo y la FANB, erradicando los elementos patrióticos y socialistas de este. Si el imperialismo planea provocar una guerra civil en Venezuela, la amplia mayoría de las fuerzas armadas combatiría del lado de la clase trabajadora chavista y bolivariana.