ROSARIO

Entre ruidazos y asambleas crece la resistencia

Rosario históricamente se caracterizó por tener una clase obrera combativa que resistió a los gobiernos democráticos ajustadores y a las dictaduras sangrientas. En este contexto de fuerte ofensiva del gobierno nacional, los trabajadores organizados sindicalmente, por un lado, y el pueblo, con cierto grado de espontaneidad en los barrios, salieron a expresar su descontento.

Esta acción marcó el inicio de una sucesión de movilizaciones y concentraciones en plazas y esquinas barriales que fueron tomando forma de una resistencia sistemática a las acciones del gobierno libertario. Para coordinar las luchas se construyó una multisectorial en defensa del pueblo argentino, que incluye a organizaciones sociales, barriales y al Movimiento Sindical Rosarino conformado por sindicatos nucleados en la CGT y en la CTA. De esta manera se cimentaron grandes movilizaciones que por su masividad se destacaron como postales de lucha en los medios de comunicación porteños. El Monumento a la Bandera fue testigo en varias oportunidades de la furia popular contra el gobierno de Javier Milei.