PANORAMA

Quién promueve la paz mundial y quiénes la detonan

Los ojos del mundo occidental se sitúan sobre la Venezuela bolivariana. Cantan fraude, se desgarran la ropa y recitan el rosario de condicionamientos del democratismo burgués para impugnar un proceso electoral. Nos preguntamos en primer término qué pasaría si los procesos revolucionarios cedieran ante las prerrogativas del imperialismo y sus naciones satélites. Cuántos millones de seres humanos quedarían a la deriva nuevamente si sucumbiéramos ante la acción psicológica de la CIA que, mediante la violencia “democráticamente” orquestada, tiene vasta experiencia en abortar proyectos políticos en favor de las masas. Es simple: los que se golpean el pecho contra Nicolás Maduro son los responsables directos (o cómplices) de la muerte de 14.000 niños y niñas en la Franja de Gaza desde el 7 de octubre a esta parte. Cuáles son entonces las fuerzas que hoy promueven un horizonte de paz y prosperidad en el mundo actual. “En momentos de confusión, la ambigüedad se parece mucho a la mentira”, decía un célebre escritor latinoamericano. Es preciso hablar con claridad.

La República Popular China viene promoviendo la Iniciativa Global de Seguridad (IGS), un conjunto de principios que plantean que “la situación del mundo actual se debe a que hay déficits de paz, desarrollo, seguridad y gobernanza global. Asimismo, los intentos de solucionarlos no van a la raíz de los problemas.” Choca de frente con el accionar cada día más agresivo de la OTAN y sus aliados. China ha desplegado una fuerte ofensiva diplomática para contribuir a encaminar pacíficamente conflictos regionales que ponen en riesgo la paz mundial. Ya hemos mencionado en estas páginas el histórico encuentro entre saudíes e iraníes propiciado por los camaradas chinos. Poco tiempo después, llamativamente recrudecía la conflictividad en Medio Oriente a partir de la criminal agresión del Estado de Israel contra Palestina.

Unos días después de cumplirse el primer año del conflicto en Ucrania, China publicó un documento que se titula ‘La posición china sobre la solución política de la crisis en Ucrania’. Se basa en 12 puntos que la Federación Rusa ha reconocido y apoyado múltiples veces. Si bien parecen planteamientos evidentes, el desarrollo del conflicto ha demostrado que un sector de los involucrados no quiso considerarlos. Los dos primeros son ejes instan a respetar la soberanía de todos los países y abandonar la mentalidad de guerra fría. El segundo se refiere a que la seguridad de un país no puede conseguirse a expensas de otros. Es una referencia directa al principio de seguridad global e indivisible planteado en la IGS. Con estos dos puntos, los chinos consideran a ambas partes en la resolución del conflicto. Un acto que es bastante obvio, pero inaceptable para los países de la OTAN. Además, hacen un llamado a trabajar por la paz y estabilidad del “continente euroasiático”. Los siguientes puntos se pueden agrupar en tres grupos. Primero los netamente humanitarios: cesar hostilidades, retomar discusiones de paz, resolver la crisis humanitaria y proteger a los prisioneros de guerra. Cabe incluir también el de promover la reconstrucción postconflicto. Segundo, los relacionados a los riesgos nucleares: mantener las plantas seguras y reducir riesgos estratégicos que conlleven a usarlas. Tercero, los relacionados a la economía, tanto en relación a Rusia como al resto del mundo: o sea terminar con las sanciones unilaterales. Lejos del palabrerío, se trata de un auténtico programa para alcanzar la paz.

Días atrás, catorce facciones palestinas, entre ellas las enfrentadas Hamas y Al Fatah, firmaron un acuerdo en la cumbre de reconciliación en China que incluye formar “un Gobierno de unidad nacional temporal” con autoridad sobre todos los territorios palestinos (Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este). Este Gobierno se formaría bajo el consenso de todas las organizaciones palestinas firmantes y la decisión del presidente, y se regiría por la Ley Básica Palestina, según el texto. Se incluyen también la Yihad Islámica, el Frente Popular para la Liberación de Palestina (PFLP) o el Frente Democrático para la Liberación de Palestina (DFLP), para “unificar los esfuerzos nacionales” que pongan fin a la guerra en Gaza y la agresión israelí. Nos preguntamos nuevamente: ¿quién promueve la paz mundial y quiénes la detonan?