GUEORGUI ZHÚKOV
El Gran Mariscal
Por Rodolfo G. Módena
Ellos le dicen “súper” a cualquier cosa -y nosotros, a veces también, aunque por cierto libertinaje del lenguaje, como decía nuestro Héctor P. Agosti-; pero les decimos “grande” a los que, a conciencia, consideramos merecedores de tal calificativo.
Hoy se trata de homenajear a un grande de verdad: Gueorgui Konstantínovich Zhúkov, el gran Mariscal de la Unión Soviética, el Comandante del Ejército Rojo que condujo la victoria militar sobre las hordas nazi-fascistas hitlerianas en la Segunda Guerra Mundial.
Zhúkov nació un 19 de noviembre de 1896 del viejo Calendario Juliano o el 1º de diciembre del nuestro y “moderno” Calendario Gregoriano. Lo cierto es que nació hace 120 años.
Hijo de una familia campesina pobre, de niño tuvo que trabajar de aprendiz de curtiembre y en otras labores proletarias para ayudar a paliar las penurias familiares, procurando estudiar con grandes esfuerzos. En 1915 ingresó al Ejército ruso en el arma de caballería, participó de la Primera Guerra Mundial en la que resultó herido y fue condecorado dos veces con la Orden de San Jorge.
Pronto simpatizó con la Revolución de Octubre de 1917, se incorporó al Ejército Rojo y al Partido Bolchevique, combatiendo en la Guerra Civil (1918-1920) en la que obtuvo la Orden de la Bandera Roja.
Pero sería con la Segunda Guerra Mundial que se convertiría en el gran Mariscal de la Unión Soviética y alcanzaría su trascendental dimensión histórica.
En 1939 condujo la victoria sobre las fuerzas japonesas en la Batalla de Jaljin Gol en el Lejano Oriente, en la que -como buen oficial de caballería- puso en práctica por primera vez (antes que los nazis en Europa) la táctica de “guerra móvil” con rápidos desplazamientos de blindados por los flancos enemigos y artillería motorizada.
En 1941 tuvo a su cargo la dirección militar de la victoriosa Batalla de Moscú, luego su decisiva participación en las de Stalingrado (1942-1943), Kursk (1943), Leningrado (1944) y la conducción de la Operación Bagratión (1944) que abrió el camino de la ofensiva soviética hacia la toma de Berlín.
En Berlín, la noche del 8 al 9 de mayo de 1945, Zhúkov recibió del mariscal alemán Wilhelm Keitel el acta de la capitulación incondicional de Alemania. Y el 24 de junio, en la Plaza Roja, encabezó el Desfile de la Victoria montando un caballo blanco, secundado por el Mariscal Rokossovski en un caballo negro, saludando a Stalin, que presidió el acto desde el Mausoleo de Lenin, ante el que las tropas soviéticas rindieron los estandartes nazis vencidos.
En el epílogo de sus Memorias supo decir: “Al repasar todos los jalones de mi vida considero como el principal el que marca el comienzo de la cuenta que todos llevamos. ¡La Revolución! La revolución dio a cada uno la posibilidad de probar sus fuerzas, de buscar, de comprender que es una parte del potencial creador del pueblo. Y cuando llegó la hora de defender esta principal conquista, sabíamos por lo que nos batíamos”.
El Mariscal Gueorgui Zhúkov falleció en Moscú, el 18 de junio de 1974.