50 AÑOS DE LA CAÍDA DEL CHE

Desde la histórica altura

Por Rodolfo G. Módena

Este 8 de octubre se cumplen cincuenta años de la caída en combate del Che en Bolivia. El mundo entero lo recordará de miles de maneras, porque como supo decir el compañero Daniel Ortega, actual presidente de Nicaragua y comandante de la Revolución Popular Sandinista: “el Che fue un luchador del mundo”.

Un rasgo distintivo y destacable de su personalidad política e ideológica comunista, de humanista, antimperialista y marxista-leninista, fue el internacionalismo proletario. Como dijo Fidel el 18 de octubre de 1967 en la Plaza de la Revolución de La Habana, al verificarse la noticia de la muerte del Che: “¡Ningún hombre como él en estos tiempos ha llevado a su nivel más alto el espíritu internacionalista proletario! Y cuando se hable de internacionalista proletario, y cuando se busque un ejemplo de internacionalista proletario, ¡ese ejemplo, por encima de cualquier otro ejemplo, es el ejemplo del Che! En su mente y en su corazón habían desaparecido las banderas, los prejuicios, los chovinismos, los egoísmos, ¡y su sangre generosa estaba dispuesto a verterla por la suerte de cualquier pueblo, por la causa de cualquier pueblo, y dispuesto a verterla espontáneamente, y dispuesto a verterla instantáneamente! Y así, sangre suya fue vertida en esta tierra cuando lo hirieron en diversos combates; sangre suya por la redención de los explotados y los oprimidos, de los humildes y los pobres, se derramó en Bolivia. ¡Esa sangre se derramó por todos los explotados, por todos los oprimidos; esa sangre se derramó por todos los pueblos de América y se derramó por Vietnam, porque él allá, combatiendo contra las oligarquías, combatiendo contra el imperialismo, sabía que brindaba a Vietnam la más alta expresión de su solidaridad! Es por eso, compañeros y compañeras de la Revolución, que nosotros debemos mirar con firmeza el porvenir y con decisión; es por eso que debemos mirar con optimismo el porvenir. ¡Y buscaremos siempre en el ejemplo del Che la inspiración en la lucha, la inspiración en la tenacidad, la inspiración en la intransigencia frente al enemigo y la inspiración en el sentimiento internacionalista!”

Fidel lo dijo. ¿Y quién mejor que él?: “Y como revolucionario, como revolucionario comunista, verdaderamente comunista, tenía una infinita fe en los valores morales, tenía una infinita fe en la conciencia de los hombres. Y debemos decir que en su concepción vio con absoluta claridad en los resortes morales la palanca fundamental de la construcción del comunismo en la sociedad humana.”

Y así, “desde la histórica altura”, como le cantó Carlos Puebla en la canción inmortal que cantamos todos, casi como un Cristo ateo, el Che sigue siendo el ejemplo del hombre de la nueva sociedad a construir con la lucha revolucionaria.

Y aunque “el camino es largo y desconocido en parte”, la lucha de generaciones, su lucha, nuestra lucha continúa y continuará de miles de maneras