PRESUPUESTO 2025

Papelón, números dibujados y más ajuste

La imagen del presidente cayó fuertemente en septiembre según todas las encuestadoras y fue en este contexto que salió por cadena nacional a presentar el presupuesto para el próximo año. Así, el gobierno esperaba levantar cabeza e iniciativa. ¿El resultado? Un nuevo papelón. El rating durante la cadena nacional cayó drásticamente, alcanzando un mínimo de 3,5 puntos, comparado con un promedio de 15,9 puntos en los canales de aire antes de su discurso. Este fue el nivel más bajo del año en el “primetime”. Tras finalizar la transmisión, el rating se recuperó rápidamente, demostrando como la población está cansada de escuchar siempre lo mismo, en un contexto en donde no se ve ninguna mejora a futuro. “Fue un papelón, un escándalo. El apagón televisivo tiene una base muy real. No hay paciencia ni tolerancia para escuchar insensateces y extravagancias”, señaló el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, en una entrevista. Esto empalma con diversos relevamientos de encuestadoras que vienen evidenciando una drástica caída en la aprobación de la gestión de Milei, la mayoría de ellas en torno al 60% de desaprobación y un 40% de apoyo (un número todavía alto).

EL PRESUPUESTO

En un Congreso semivacío, Milei recitó un discurso delirante (en partes repetido de otros discursos viejos) remarcando algunos de sus puntos centrales: se priorizará la continuación del ajuste brutal contra la clase trabajadora; se buscará a toda costa el famoso “déficit cero”; y se pagarán los vencimientos de deuda pública a costa del patrimonio nacional y de la población. A pesar de prever un crecimiento dibujado e irrealizable del 5% en el PBI, no se contempla recuperación alguna de fondos destinados a jubilaciones o educación, y se planea seguir aumentando las tarifas de los servicios públicos, hoy impagables para amplios sectores de la población. Para 2025 se “estima” también una inflación anual del 18,3%, un delirio total, teniendo en cuenta que venimos de una inflación interanual superior al 250%. Lo mismo sucede con las proyecciones sobre el tipo de cambio (el valor del dólar) al que fijan muy por debajo de las consultoras más optimistas, negando incluso el atraso cambiario, que no hace más que potenciar la eventual devaluación que se viene. Todo esto manteniendo los controles cambiarios y continuando con el cepo. La pregunta es ¿de dónde van a sacar los dólares para sostener esta ficción? Viendo la recaudación, las proyecciones revelan solo beneficios para los sectores más ricos del país, mientras que los sectores de menores ingresos enfrentarán fuertes aumentos (monotributo por ejemplo). Otra de las muletillas del presidente es el “déficit cero”, que lo mantiene a rajatabla en el presupuesto y a costa del empobrecimiento de la población. Con este “blindaje”, como lo ha anunciado (término que ya fue utilizado por De La Rúa y Macri, quienes llevaron la economía a una crisis incontrolable) el presupuesto se enfocará exclusivamente en el pago de intereses de la deuda. Si las proyecciones no se materializan y los ingresos disminuyen, el ajuste del gasto se volverá aún más severo para poder cumplir con el pago de intereses y capital adeudados. Ante esto, el Gobierno está ocultando que, en los próximos años, los pagos de deuda con el FMI y los acreedores privados son insostenibles. De acuerdo con datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), Argentina enfrentará vencimientos de US$13,5 mil millones en 2025, US$14,4 mil millones en 2026 y US$18,8 mil millones en 2027 (sin contar deuda en pesos y deuda privada, que necesitarán hacerse también de dólares). Además, el Banco Central está acumulando nueva deuda con importadores. Estas cifras son un descalabro para la economía argentina, que carece de las divisas suficientes, principalmente por la histórica fuga de capitales de la oligarquía y la gran burguesía.

PRIVATIZACIÓN POR ETAPAS

Ante la necesidad de sostener el delirio que redactaron como presupuesto y la inexistencia de inversiones o préstamos externos (recientemente la petrolera estatal malaya, Petronas, desistió de invertir unos 30 mil millones de dólares como consecuencia de las irresponsabilidades del presidente) se están supervisando 59 empresas públicas en total y se busca dibujar sus balances para facilitar su remate. La privatización de Aerolíneas Argentinas se ha convertido en un símbolo de esta política atacando a sus empleados y mintiendo sobre las ganancias de la empresa. La metalúrgica IMPSA está siendo atacada de la misma forma. Otras las seguirán si no le ponemos un freno a este gobierno vendepatria. El pueblo se está cansando y las calles son testigo.

  • CRECIMIENTO IMAGINARIO
    Después de una caída proyectada del 3,8% del PBI para 2024 (algunos analistas más serios calculan un derrumbe mayor), el gobierno estima un crecimiento del 5% para 2025. Nuevamente un completo delirio del presidente. No hay ningún dato que pueda justificar semejante numero. Desde abril vienen diciendo que la economía tocó su piso y que rebotaría. No sucedió y estamos entrando al mes de octubre. La recesión sigue, y pese a que algún sector pueda crecer en un mes determinado, al otro vuelve a caer. Salvo el agro, minería y energía (petróleo y gas), el resto de la economía continúa en declive. Sacando el agro, la caída supera el 8%. Las perspectivas para el próximo año son similares al actual o peores, si es que se diera un salto devaluatorio (con o sin salida del cepo).
  • DOLAR ATRASADO Y SIN RESERVAS
    Se proyecta que el dólar oficial, que actualmente se sitúa en $985, llegará a $1.207 a finales de 2025, lo que implica una devaluación del 18,3% (iguala por arte de magia la inflación con la tasa de devaluación, cuando viene diciendo desde siempre que la inflación se debe solamente a la emisión y no a la devaluación). Más allá de la inconsistencia teórica, la pregunta es, ¿cómo va a mantener semejante dólar atrasado -”barato”- sin a la vez quemar los pocos dólares que ingresan en el mercado de cambios? Nada dice tampoco de los dólares paralelos, que seguirán existiendo mientras haya cepo y que continuarán presionando tanto al oficial como al resto de los precios de la economía.
  • INFLACIÓN DIBUJADA
    El Gobierno prevé que la inflación alcance un 104,4% para 2024, disminuyendo a la delirante cifra de 18,3% en 2025. Para cumplir esta meta, la inflación debería bajar a un 1,2% mensual en los últimos meses de 2024, lo cual resulta un desquicio, dado el actual contexto de estancamiento inflacionario en el orden del 4% mensual. Las expectativas para años posteriores indican una inflación del 11,6% en 2026 y del 7,4% en 2027. Números completamente dibujados ya que no tienen en cuenta variables básicas como el atraso cambiario insostenible, los controles (cepo), la falta de dólares y los vencimientos de deuda.
  • DÉFICIT CERO A COSTA DEL LABURANTE
    El superávit primario para 2025 se estima en un 1,3% del PBI. Con este dibujo, que utiliza para justificar el recorte a los jubilados, a la educación, a la obra pública, etc., el proyecto de presupuesto introduce la nueva regla fiscal que exige al Sector Público Nacional mantener un resultado financiero equilibrado o superavitario. Entonces, si los ingresos son inferiores a lo proyectado (que es lo que va a suceder por la recesión), los gastos deberán ajustarse en igual proporción, es decir, el ajuste será más brutal y por ende también la recesión (el circulo vicioso típico del neoliberalismo).
  • BALANZA COMERCIAL Y RECAUDACIÓN FICTICIAS
    El presupuesto delirante anticipa también un superávit comercial de más de US$ 20 mil millones para 2025, impulsado por un aumento del 9% en las exportaciones y del 13,4% en las importaciones. También se prevé un incremento del 37,6% en la recaudación por impuestos (un robo según el mismo presidente), principalmente a través del impuesto a las Ganancias y derechos de exportación (retenciones), aunque se espera una disminución en el Impuesto a los Bienes Personales por unos 80 mil millones de pesos actuales. Es decir, se le sacan impuestos a los más ricos vía Bienes Personales y se aumenta al resto de la población. Recordemos que esperan una inflación del 18,3% pero piensan recaudar un 37,5% mas ¿quién paga la diferencia si le recortan impuestos a los ricos? La pregunta se responde sola. Por el otro lado se triplicará el monotributo y aumentará un 40% el impuesto a las ganancias. Todo el superávit, sea fiscal o comercial (de conseguirse), irá para el pago de deuda y no para infraestructura, inversión productiva, créditos, salud, educación, etc.
  • PRIVATIZACIONES
    Si bien el presupuesto no se refiere específicamente a este tema, está claro que no tienen de donde conseguir los dólares necesarios para sostener los números delirantes que muestran en el presupuesto. Se sabe, sin embargo, que están desesperados con rematar un puñado de empresas del Estado, muchas de ellas estratégicas y que dan ganancias, incluyendo Aerolíneas Argentinas, IMPSA (metalúrgica), Intercargo, Corredores Viales, EANA (Aérea), AGP (puertos), ENARSA (energía), YCRT (carbón), ARSAT, Casa de la Moneda, AYSA, Nucleoeléctrica SA, entre otras.