LA DEBACLE AVANZA

La ficción de Milei choca con la realidad

La estabilidad y la baja de la inflación que el gobierno vende como éxito son apenas el prólogo de una crisis anunciada. Todo este modelo reaccionario e injusto se sustenta en deuda, atraso cambiario y bicicleta financiera. Esta vez fue el propio JP Morgan -uno de los bancos más poderosos del mundo- quien marcó el fin de la fiesta: tras exprimir al máximo el carry trade, emitió un informe recomendando salir de los activos en pesos y cubrirse en dólares. Están marcando el comienzo del fin. El “Plan Caputo”, lejos de ser una estrategia de desarrollo, solo favorece a la oligarquía financiera -y algún que otro sector primario- y destruye todo el resto. La falta de reservas y una demanda constante de divisas, contrastan con una oferta en caída y una mayor intervención gubernamental en el mercado de futuros. Bajo este escenario, crece el fantasma de una devaluación post electoral.
La propaganda libertaria insiste con una receta que Argentina ya probó y que siempre falló. Repiten, con fanatismo ideológico, que la quiebra de empresas no importa y que todo es una cuestión que “el mercado” arreglará. Fue el argumento central del liberalismo económico en la dictadura genocida del 76, el de los noventa y también el del macrismo. En cada uno de esos momentos, la industria fue arrasada, la desocupación se hizo endémica y el país terminó con deudas imposibles de pagar. Es ese mismo modelo, hoy con tintes fascistas, que empuja a la primarización de la economía, beneficiando a unos pocos sectores concentrados, mientras castiga al comercio de barrio, a la industria nacional y a la obra pública; destruyendo, no solo el empleo registrado, sino acelerando la fragmentación del consumo (una minoría consume cada vez más y las mayorías cada vez menos). Las pymes industriales -el corazón de la economía real- operan en emergencia, sin crédito y sin inversión. Mientras la narrativa de Milei habla de libertad económica y estabilidad, las cifras muestran un panorama desolador.
Según los últimos datos oficiales, el desempleo crece, especialmente entre jóvenes y mujeres, y la desigualdad también se profundiza. En el país de Milei, mientras el presidente se pasa más de medio día en Twitter insultando, menos del 10% de la población está de fiesta y la inmensa mayoría del pueblo trabajador no llega a fin de mes. Esta es la realidad. Los aumentos de consumo que muestra el gobierno son en turismo extranjero de una minoría y en compras de autos importados, todos consumos de lujo que potencian la salida de divisas. Falta esclarecer y hacer entender que la economía no se reconstruye con dogmas simplificados ni con frases en Twitter llenas de odio y resentimiento. Se construye con políticas públicas, planificación y justicia social. Todo lo que este gobierno desprecia.
Otra de las caras de este modelo es también el endeudamiento creciente de las familias. Hoy, millones de argentinos sobreviven gracias al crédito, no para consumir lujos, sino para comer. El uso de tarjetas para comprar alimentos se volvió una necesidad cotidiana. El crédito dejó de ser una herramienta financiera y pasó a ser una estrategia de subsistencia.

Una bomba silenciosa que tarde o temprano estallará

El pasado 28 de junio la compañera Cristina fue contundente. Le dijo a Milei: “Fíjate, porque ya NO TENÉS QUÉ AJUSTAR. Te quedás con guita que es de las provincias. TENÉS A MEDIA ARGENTINA QUE NO LLEGA A FIN DE MES Y SE ENDEUDA PARA COMER y arriba los números no te cierran. Ni en dólares. Y por lo que vimos en la licitación de deuda de la semana pasada, ni en pesos. Tuviste que pagar tasa por arriba de la inflación y el 42% no te renovó. ¿Empezará la huida del carry trade?”. Más claro imposible. Mientras tanto, la calle se va picando y la paciencia popular se va agotando.
Un acontecimiento importante fue el debut del frente multisectorial “Lucha por la Soberanía, el Trabajo Digno y los Salarios Justos”, que reúne a las dos CTA, los gremios de la CGT más combativos y organizaciones de la economía popular. Fueron más de 70 organizaciones sindicales que marcharon hacia el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, encabezado por el ministro Federico Sturzenegger. Desde el escenario se llamó a unificar las luchas y se advirtió que el nuevo espacio tiene vocación de confluir todas las huelgas para frenar la política de hambre y saqueo del actual gobierno.

Desde el PCCE acompañamos ese llamado

Pese a la postura cada vez más violenta y fascista del presidente y su camarilla, sus relatos son desmentidos todos los días por la realidad. Mientras, las luchas van en aumento y confluyendo. Debemos estar a la altura de las circunstancias y bregar por una unidad frentista antineoliberal y antifascista, no solo para las próximas elecciones legislativas, que ya están a la vuelta de la esquina, sino como necesidad estratégica de largo plazo.

LA DESTRUCCIÓN DE LOS SISTEMAS NACIONALES DE CIENCIA, TÉCNICA Y SALUD
El desastre planificado

  • El tendal de mano obra estatal calificada expulsada en Salud, CyT y empresas del Estado (investigadores, médicos y tecnólogos) subraya la degradación de las relaciones de producción propuesta para el Estado por el gobierno libertario. Este modelo nos conduce a un desastre planificado para el sometimiento de la clase trabajadora. Sin la obra pública federal, el acceso a infraestructura de salud, a derechos básicos en ingresos universales que igualan condiciones en el presente y a educación pública de calidad con un robusto Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología (SNCT) que proyecte a futuro, el bloque hegemónico profundiza y reinicia el modelo de entrega al gran capital yanqui más profunda desde el antecedente en los 90. La situación económica actual demuestra que no fue suficiente el modelo de sustitución de importaciones propuesto en la “década ganada”. Aunque éste marcó un intento de recuperación, no logró los objetivos deseados debido a lo limitado de sus objetivos, que no tocaron intereses de fondo.
    Para lograr salir de esta situación debemos modificar la estructura tributaria local, cambiar y crear una nueva Ley de Entidades Financieras que amplíe los instrumentos de ahorro y que impulse a la banca hacia la inversión productiva; generar una reforma impositiva que aumente los impuestos al capital transnacional monopólico, coparticipables a provincias y municipios, y que se emplee en parte para impulsar el desarrollo de nuevas tecnologías y servicios. Las empresas de carácter extractivo recibirán beneficios fiscales siempre que generen proyectos de valor agregado local y utilicen recursos naturales con innovación tecnológica y responsabilidad ambiental. Así, la producción local entraría en una dinámica expansiva de cambio tecnológico, pero ahora redistribuyendo tanto la plusvalía absoluta como la relativa. El proceso de difusión de capital impactaría así en las empresas y también en el sector asalariado que consume bienes y servicios.
    Esto exige un Estado capaz de regular al capital financiero, limitando su capacidad de distorsionar los mercados y de crear burbujas, orientando sus recursos a una política productivista. La experiencia histórica reciente demuestra que los gobiernos populares están sometidos a tensiones continuas que intentan anular sus trayectorias, impulsadas por algunos organismos de crédito internacional y por actores locales.
    Defendamos en las calles nuestro acceso a la educación y salud pública de calidad, con un SNCT robusto orientado al desarrollo de nuestra sociedad y sus fuerzas productivas.
    ¡Que las grandes empresas beneficiadas con el trabajo de nuestros científicos y tecnólogos, paguen por el apoyo que el Estado les dio para constituirse como líderes! ¡Por un impuesto a la renta financiera y a las ganancias exorbitantes de empresas tecnológicas!

 

Paritarias frenadas

  • + INDUSTRICIDIO
    Según un relevamiento reciente de la Confederación de Gremios Industriales (CSIRA)Desde la llegada de Milei, la industria cayó 10% y se perdieron más de 30.000 puestos. Más del 50% de las fábricas redujo ventas y producción. Solo el 7,4% vio mejoras en inversión. El 70% espera un aún peor y muchas dejaron de exportar (un 11%) por el atraso cambiario y los altos costos.
  • + DESEMPLEO
    Según el INDEC el desempleo subió al 7,9% en el primer trimestre de 2025, el peor nivel del gobierno de Milei (en diciembre de 2023 era del 5,7%). Ya hay 1,8 millones de personas sin trabajo y el empleo registrado cayó al 46%, el más bajo desde 2007. Crecen la informalidad (40,8% a 42%) y el trabajo precario (21,9% a 23,5%), sobre todo entre jóvenes y mujeres. El Gran Buenos Aires lidera el desempleo con el 9,1%.
  • + DESIGUALDAD
    La brecha entre ricos y pobres es la más alta desde la pandemia según el último informe del INDEC: el 10% más rico gana 15 veces más que el 10% más pobre (y el 30% más rico se llevó casi el 62% del ingreso nacional). En cuanto al Coeficiente de Gini, subió a 0,435 (superando al del último trimestre de 2024: 0,430). El gobierno celebró que es menor al de principios de 2024 (0,467), pero esa comparación es engañosa, ya que refleja el pico de crisis tras la devaluación de diciembre de 2023.
  • + ENDEUDAMIENTO FAMILIAR
    El 91% de los hogares está endeudado y más de la mitad usa tarjetas de crédito para comprar alimentos, según un informe del Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas (IETSE). El crédito dejó de ser una herramienta y pasó a ser un salvavidas para llegar a fin de mes. La mayoría de las deudas están impagas o judicializadas, y 1 de cada 8 familias ya tiene más de tres deudas activas.
  • + FUGA DE CAPITALES
    En solo 45 días, parte de mayo y abril, el sector privado fugó más de 8.470 millones de USD, el 44% del último desembolso del FMI. En cuanto a la balanza comercial acumulada desde diciembre de 2023, esta se esfumó entre turismo (10.476 millones) y pagos de intereses de deuda (15.737 millones), dejando un saldo negativo de 292 millones de USD. Mientras tanto, la inversión extranjera directa es negativa: se fueron 1.500 millones de USD en ese lapso.