Alberto Fernández inauguró las sesiones ordinarias del Congreso con un discurso con importantes definiciones de cara a lo que viene: “nunca más al endeudamiento”, aborto legal, reforma de la justicia federal, y fortalecer las relaciones con China y Rusia, entre lo más destacado.
Con 81 días de gestión de Gobierno, el Presidente Alberto Fernández dio inicio a las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación ante una Cámara de Diputados repleta de parlamentarios con el pañuelo verde en sus bancas, miembros del gabinete, representantes del sindicalismo, y referentes de Derechos Humanos. Mientras tanto, las calles adyacentes al recinto fueron escenario de una concentración en apoyo al gobierno, convocada por organizaciones políticas y sociales.
El Presidente, flanqueado por la Vicepresidenta Cristina y el Presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, brindó un discurso en el que anunció las leyes que el Poder Ejecutivo enviará al Congreso para su tratamiento, y no ahorró en definiciones acerca de cuáles son los temas que considera prioritarios para el debate 2020, en un contexto de tierra arrasada, en el que se recibió una deuda record, una inflación descontrolada y una industria detenida como herencia del gobierno anterior. En ese sentido, Alberto destacó la importancia de la solidaridad como “viga maestra” para el sostenimiento de una sociedad más equitativa, junto con la necesidad de comenzar “por los últimos para llegar a todos”. En función de esa idea, rechazó de plano toda posibilidad de un ajuste ya que “no hay peor alternativa que la austeridad fiscal en épocas de recesiones”.
En primer lugar, Fernández hizo referencia a la economía y las necesidades del pueblo, afirmando nuevamente que la lucha contra el hambre es la prioridad principal de su gestión. En relación a este tema, destacó el lugar central que ocupan la agricultura social y la economía familiar como dinamizadores del consumo y el acercamiento entre productores y consumidores. Comunicó la continuidad del Plan Argentina contra el Hambre y la Tarjeta Alimentar, junto con el Programa Pro-Huerta, de pronta aplicación, con miras a llegar a 200.000 familias de todo el país.
Tampoco esquivó el candente tema de los precios: el Presidente destacó la importancia de evitar abusos de posición dominante, y que utilizará todas las herramientas legales disponibles contra la inflación. Aunque no especificó de qué forma, anticipó que desde el gobierno se les exigirá responsabilidad a los formadores de precios. “No es posible que con tarifas y combustibles congelados, el precio de los alimentos siga creciendo”, dijo y calificó de “pícaros” a los especuladores que remarcan los valores de los productos básicos.
Respecto a la deuda, Alberto volvió a remarcar la necesidad de la sostenibilidad de la misma como una característica innegociable para las tratativas con los especuladores privados, y que el Banco Central se encargará de analizar quiénes permitieron que la enorme toma suceda y quiénes se beneficiaron con ella: “nunca más a un endeudamiento insostenible, a decisiones que se toman con ínfulas tecnocráticas y a espaldas del pueblo. Nunca más a la puerta giratoria de dólares que se fugan dejando tierra arrasada a su paso”, sostuvo.
También anunció un proyecto de ley para la creación de un Consejo económico y social para el desarrollo argentino, compuesto por autoridades con acuerdo del Senado, que sea motor de políticas públicas, con representantes del mundo del trabajo, del sector empresarial, de los movimientos sociales y de la comunidad científica, en pos de “fortalecer la democracia y mejorar la calidad institucional”.
En relación al poder judicial y la inteligencia, oscuro entramado extorsivo, el Presidente anticipó la firma de un DNU que modificará la Ley de Inteligencia vigente, impidiendo a estos organismos realizar tareas represivas, de policía y que les impedirá desarrollar tareas de investigación criminal como auxiliares de la justicia. Respecto al segundo ítem, Alberto dijo ir por la reforma de la Justicia Federal. Esta ambiciosa y necesaria transformación supondrá la creación de un nuevo fuero federal penal “contra la concentración de procesos que el oligopolio de jueces federales ha permitido”, con el objetivo de poner fin al uso discrecional de la justicia y “terminar con la arbitrariedad en materia de detenciones”, en alusión a los presos políticos del lawfare, quienes aún se encuentran privados de su libertad en las mazmorras de la oligarquía.
Un momento de gran emotividad se vivió cuando Fernández anunció sus políticas futuras en materia de derechos, y comunicó que enviará un proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo, “que permita a las mujeres asistir al sistema de salud cuando toman la decisión de abortar”, teniendo en cuenta que este tema forma parte de una problemática de salud pública y de soberanía sobre el propio cuerpo. Además, adelantó que va a alentar un Programa de Educación Sexual Integral e interrupción del embarazo no deseado. También, se articulará un Plan de los mil días para brindarles cobertura a las madres primerizas y sus bebés.
Por último, el mandatario señaló otro valor que considera fundamental para el desarrollo equitativo de la sociedad, que es el del “equilibrio” relacionado a establecer prioridades de equidad social, justicia y esperanza, ya que “hay quienes todavía no comprenden que estamos todos subidos al mismo barco”. Con esa idea y referencias al patriota Manuel Belgrano, en el bicentenario de su nacimiento, cerró un discurso con anuncios de políticas que logran rescatar a la Argentina después del vendaval neoliberal.
DEUDA
El Presidente reafirmó su postura en defensa de una renegociación sostenible con los acreedores externos y anticipó que el Banco Central se encargará de analizar “qué pasó con los capitales” en los últimos años y quiénes obtuvieron pingües ganancias de allí.
JUSTICIA
Fernández anticipó la firma de un DNU que modificará la Ley de Inteligencia vigente, impidiendo a estos organismos realizar tareas represivas, de policía y que les impedirá desarrollar tareas de investigación criminal como auxiliares de la justicia. Alberto anticipó la reforma de la Justicia Federal. Esta necesaria transformación supondrá la creación de un nuevo fuero federal penal “contra la concentración de procesos que el oligopolio de jueces federales ha permitido”.
SOBERANÍA NACIONAL
Alberto anunció la creación del Consejo Nacional de Asuntos Relativos a Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur. Además, anticipó el envío al Congreso de la Ley de demarcación de límites, que establecerá el límite exterior de la plataforma continental.
POLÍTICA EXTERIOR
El Presidente afirmó la necesidad de una América Latina unida y fortalecer el Mercosur. Subrayó la necesidad de reafirmar asociaciones estratégicas con Rusia y China.
DERECHOS HUMANOS
Destacó los valores de Memoria, Verdad y Justicia como una política indispensable para la Argentina y no de un gobierno. Anticipó que el Estado recobrará su rol activo en los juicios de lesa humanidad, y la creación de un espacio de la memoria en el ex CCD El Campito, en Campo de Mayo.
INTERRUPCIÓN VOLUNTARIA DEL EMBARAZO
El Ejecutivo enviará para su tratamiento en el Congreso un proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, que otorgue cobertura de salud pública a los cuerpos gestantes que deseen abortar. Además, anticipó un Plan de Educación Sexual Integral, y un Plan de los 1000 días que garantice la salud a madres con sus bebés recién nacidos.
DESARROLLO HIDROCARBURÍFERO
El Presidente anunció la creación de un Proyecto para el desarrollo hidrocarburífero y minero con inversión local y extranjera para crear nuevos puestos de trabajo en el área. Además, afirmó intenciones de estimular la minería metalífera y el litio. Aseguró “se respetarán los estándares ambientales”.