PARA LA VIDA QUE QUEREMOS

Todxs, dispuestos a dar la pelea

Se viene planteando en el marco de la campaña: en las próximas elecciones confrontan dos proyectos de país. En sus diferentes variantes, más o menos duras, la oposición propone un retorno al neoliberalismo. Reducir el gasto, achicar salarios y jubilaciones, devaluar bruscamente nuestra moneda, etc. Nada nuevo bajo el sol, aunque se cambien los nombres, los domicilios, los peinados o a quienes los couchean. Esto es lo principal, sobre lo que debemos machacar en la calle. Es necesario esclarecer sobre lo que está en juego hoy en la Argentina. 

La elección también establece otro tipo de exigencias a nuestro espacio político, el Frente de Todxs. Como bien dijo Cristina en una de sus recientes intervenciones, la pandemia obligó al gobierno nacional a atajar penales desde el minuto cero. Además del lastre que Macri nos dejó: deuda impagable, pobreza y desocupación, inflación de 57 puntos y salarios de hambre, con una caída de más del 20% en sólo cuatro años. Se realizó un esfuerzo enorme para enfrentar el riesgo sanitario y al mismo tiempo contener el impacto económico y social que vino a lesionar aún más las condiciones de vida de las grandes mayorías.

La vida que queremos, slogan de campaña del FdT, nos plantea un nuevo escenario. Poder recuperar conquistas y derechos arrebatados a partir del 2015. Eso va a exigir otro grado de confrontación con los factores de poder, de adentro y de afuera.

El tipo de acuerdo con el FMI va a sellar la suerte de nuestro gobierno. Para bien o para mal, según qué intereses prevalezcan. Confiamos en que van a imponerse las urgencias de nuestro pueblo. Así lo afirmó Alberto una y otra vez. 

La disputa con los formadores de precios es otra de las cuestiones centrales. Pocos pero con gran capacidad de empobrecernos, siempre son grandes ganadores a costa de los ingresos populares. 

La reforma, saneamiento o depuración del Poder Judicial. A esta altura poco importan los rótulos. Necesitamos comenzar a desarmar ese andamiaje al servicio de la voluntad de la oligarquía. Caso contrario, van a seguir delineando los límites de hasta dónde podemos o no podemos avanzar. Necesitamos las fuerzas parlamentarias que estén dispuestas asumir estas discusiones. También la organización popular para sostenerlas en el movimiento de masas, en la calle, entre las y los laburantes. Sobre esto también reflexionó la compañera Cristina estos días, invitando a una reflexión colectiva.

Los signos de recuperación económica abarcan cada día a más sectores. Reabren pymes fulminadas por Macri y se anuncian de forma permanente nuevas inversiones. Según información oficial, entre enero de 2020 y junio de este año, fueron casi diez veces más las compañías extranjeras que aumentaron sus volúmenes de inversión en el país. Se reportaron 177 anuncios con desembolsos por 15.371 millones de dólares. A ese dato se le sumaron en los últimos días una larga lista de anuncios de empresas líderes como Sbarro, Mercado Libre, Banghó, Penalty, Cancelar, Molino Trigotuc, Rehau y Acabio, entre otras firmas. A la par, debemos luchar por recuperar el poder adquisitivo de salarios y jubilaciones, que el desarrollo de la actividad mejore, directa o indirectamente, las condiciones materiales de nuestro pueblo. Crecimiento económico sin redistribución es concentración de la riqueza.

Son peleas que tenemos por adelante, y que el Frente de Todxs tendrá que impulsar. Tenemos una elección decisiva, donde nos jugamos la posibilidad de avanzar y empujar cambios necesarios. Nadie goza de carta blanca en política: la confianza del pueblo se gana en la lucha. Cristina es de las pocas que puede dar testimonio de eso.