CONFLICTO RUSIA-OTAN

Desmilitarizar y desnazificar Ucrania

Desde la caía de la Unión Soviética, el imperialismo yanqui violó todos los acuerdos suscritos con Rusia y no detuvo su avance hacia sus fronteras. Para 2022 el gigante euro-asiático se encontraba prácticamente cercado militarmente por la OTAN en sus fronteras europeas, solo faltando un puñado de países, siendo Ucrania el más estratégico y cercano. Luego del golpe de estado pro imperialista y fascista de 2014 (Euromaidan), el gobierno ucraniano comenzó a acelerar su adhesión a la OTAN y a amenazar con desplegar bases y misiles nucleares apuntando a Moscú. Al mismo tiempo bombardeaba de forma criminal la región del Dombáss, al este del país, para erradicar la resistencia popular al golpe. El régimen ucraniano -utilizando paramilitares nazifascistas (Batallón Azov, Aidar, entre otros)- asesinó a por lo menos 14 mil personas en esta región en los últimos ocho años.

Desnazificar Ucrania
Parte de la intervención rusa, además de las amenazas de la OTAN, fue para detener aquella matanza. Estas bandas extremistas ucranianas se destacan por cometer crímenes de guerra contra civiles, sean niños, mujeres o ancianos. Incluso utilizan como táctica atacar edificios de viviendas para luego acusar a los rusos (también lo hicieron con instalaciones nucleares) hasta esconder armamento pesado entre barrios residenciales o cerca de escuelas y hospitales. Por ejemplo, el ultimo 14 de marzo, unidades ucranianas lanzaron un misil táctico Tochka-U con munición de racimo en el centro de Donetsk, matando a más de 20 civiles e hiriendo a decenas más, incluyendo niños. Este accionar cobarde por parte del régimen ucraniano es lo que obliga a los rusos a avanzar con cautela y delicadeza ya que tienen como orden evitar atacar instalaciones civiles. Es una mentira mediática que a los rusos les esté costando avanzar gracias a una supuesta “resistencia heroica” del régimen ucraniano. Es la misma maquinaria mediática que levanta la imagen del sátrapa de Volodimir Zelensky, cabeza del régimen, y desinforma en base a fake news para demonizar a los rusos. Pese al blindaje, está ampliamente demostrada la relación simbiótica entre los neonazis y el títere de Zelensky, que los condecora y reivindica sus figuras históricas, como la del colaboracionista nazi Stepan Bandera.

Parte de guerra
En apenas unos 20 días desde que comenzó la intervención militar, ente un 20% y 30% del territorio ucraniano ya está bajo control del ejército ruso. En la región del Dombáss y alrededores, donde se calcula que cerca del 40% del ejercito ucraniano está estacionado, los avances rusos son considerables, con mínimas muertes civiles (la mayoría como consecuencia de que las bandas nazi-fascistas no dejan escapar a los civiles por los corredores humanitarios instalados por Rusia). La estratégica ciudad de Mariupol en el mar de Azov, tomada por los nazis, está por caer; mientras que los cercos sobre las grandes ciudades de Jarkóv, al noreste, y Kiev, la capital, al centro-norte del país, están a días de ser cercadas. La mitad oriental de Ucrania quedará bajo control ruso en muy poco tiempo. El objetivo de Rusia además es hacerse del control de los quince reactores nucleares que tiene del país desde la era soviética (divididos en cuatro centrales, aparte de Chernóbil) para preservarlos. Lo mismo con el reciente descubrimiento de varios laboratorios biológicos financiados por Estados Unidos que se encontraban fabricando armas químicas de forma ilegal (ante el silencio de los medios).

Lo que está en juego
Está claro que el objetivo principal del imperialismo, al intentar cercar a Rusia militarmente y destruir su economía mediante sanciones y bloqueos comerciales, es quitarle a la República Popular China su principal aliado regional. Ambos países son la garantía de la multipolaridad necesaria para los pueblos del mundo. Así lo están demostrando con los recientes acuerdos entre la Unión Económica Euroasiática (Rusia, Bielorrusia, Kazajistán, Armenia y Kirguistán) junto a la República Popular China, que desarrollarán un proyecto monetario y financiero independiente del sistema Swift occidental. Rusia ya comenzó a reemplazar Visa y Mastercard por UnionPay (chino). Además, ambos países están comerciando con sus propias monedas. 

Es penosa la posición de la Cancillería Argentina, que condenó el accionar de Rusia pero nada dijo del genocida régimen ucraniano ni del accionar de la OTAN. La realidad es que si se hubieran respetado seriamente los reclamos rusos respecto a su seguridad, este conflicto militar se hubiera podido evitar. Por el contrario, el imperialismo los desoyó y continuó su avance de forma descarada y criminal. Rusia no comenzó esta guerra, le está poniendo fin.