CRISIS DE HEGEMONÍA DEL IMPERIALISMO NORTEAMERICANO
Cumbres borrascosas
Por Rodolfo G. Módena
No se trata del título de la famosa novela inglesa de Emily Brontë, sino de una manifestación más de la crisis de hegemonía y pérdida de dominio global del imperialismo norteamericano, en el marco del actual proceso de reconfiguración del orden mundial en términos económicos y geopolíticos.
Hace tiempo que venimos abordando este proceso en curso, particularmente durante las dos últimas décadas. Proceso que se manifiesta de muy diversas maneras, con múltiples aristas y en todos los escenarios políticos internacionales.
El escenario elegido para la confrontación es la programada IX Cumbre de la Américas, a realizarse entre el 6 y el 10 de junio en Los Ángeles, California, para la que el gobierno de Estados Unidos ha manifestado su intención de excluir a Cuba, Nicaragua y Venezuela.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, reveló detalles de su conversación telefónica con el mandatario de Estados Unidos, Joe Biden, a quien le expuso que ningún país debe ser excluido, poniendo en tela de juicio a la propia Cumbre. “Si va a haber una Cumbre de las Américas, tienen que estar todos, que nadie debe excluir a nadie” aseguró López Obrador al referirse a las declaraciones de Brian A. Nichols, Secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, que consideró “improbable” convocar a Cuba, Nicaragua y Venezuela a la cita continental. “¿Cómo es que convocamos a una Cumbre de las Américas pero no invitamos a todos? ¿Entonces de dónde son los que no están invitados, de qué continente, de qué galaxia, de qué satélite?”, ironizó AMLO en franco cuestionamiento a la política del imperialismo norteamericano respecto de las revoluciones cubana, sandinista y bolivariana. Ya Andrés Manuel López Obrador adelantó que de ser como pretende Estados Unidos, él no participará de dicha Cumbre.
En igual sentido se manifestó Luis Arce, presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, que señaló: “Reafirmo que una Cumbre de las Américas que excluye a países americanos no será una Cumbre de las Américas plena, y de persistir la exclusión de pueblos hermanos, no participaré de la misma”, afirmó el gobernante boliviano en sus redes sociales. “Si no estamos todas las naciones, no es Cumbre de las Américas” protestó también la presidenta de Honduras, Xiomara Castro de Zelaya, quien puso en duda la participación de su país en la Cumbre.
Por otro lado, los líderes de la Comunidad del Caribe (CARICOM) debaten su asistencia tras las presiones de Estados Unidos para que descarten la idea del boicot. En este sentido, el primer ministro de Antigua y Barbuda, Gastón Browne, ratificó el apoyo de los países integrados al CARICOM a una Cumbre de las Américas sin exclusiones. Lo mismo hicieron los mandatarios de Trinidad y Tobago, y de San Vicente y las Granadinas. Diversos medios difunden la hipótesis de que el bloque regional se abstendrá de asistir al foro de mantenerse a Cuba, Venezuela y Nicaragua fuera de la lista de invitados.
El presidente Alberto Fernández le pidió a Estados Unidos que invite a todos: “Tengo pensado ir (a la cumbre), pero le pido a los organizadores lo mismo que les pidió López Obrador: que invite a todos los países de América Latina”, afirmó Fernández en una entrevista en Berlín. También manifestó que, “como Presidencia Pro Témpore de la CELAC, exhortamos a los organizadores de la Cumbre a evitar exclusiones que impidan que todas las voces del hemisferio dialoguen y sean escuchadas”. De más está decir que hubiéramos preferido términos más firmes en ambas declaraciones presidenciales.
También ambigua, lamentablemente, ha sido la postura de Chile, cuestionada por el Partido Comunista en el seno del gobierno.
Hasta el derechista Bolsonaro se ha planteado no asistir a la cita. Claro que por razones más pragmáticas, como lo son los intereses de la burguesía brasileña en el bloque de los BRICS, que ya ha superado al G7 (Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Alemania, Francia, Italia y Japón) en el PBI Global 2020. Dato que debería tener en cuenta Alberto Fernández, quien ha sido recientemente invitado por Xi Jinping a participar de la próxima Cumbre BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), a realizarse en Beijing el 24 de junio venidero.
De cualquier modo, ya resulta obvio que la IX Cumbre de las Américas se encamina a un seguro fracaso en lo que respecta al objetivo norteamericano de disciplinar a su “patio trasero” en su guerra híbrida global contra su pérdida de hegemonía y el establecimiento de un nuevo orden mundial más justo, democrático y multipolar.
Sería saludable para nuestro país prestar atención a lo dicho por el portavoz de la cancillería China, Zhao Lijian, el pasado 10 de mayo: “ser enemigo de Estados Unidos es peligroso, pero ser su amigo es fatal”.