40 AÑOS DEL GOLPE CÍVICO-MILITAR

Contra el neoliberalismo de ayer y de hoy

Porque sin derechos no hay democracia, denunciamos que en 100 días, el gobierno de Macri, como sostuvo Rodolfo Walsh en 1977 en su Carta Abierta a la Junta Militar, ha ´restaurado la corriente de ideas e intereses de minorías derrotadas que traban el desarrollo de las fuerzas productivas, explotan al pueblo y disgregan la Nación´. 39 años después de esa Carta, los miles de despidos, la persecución a la militancia, los planes sociales desarmados, las leyes del Congreso en contra del pueblo y la represión, son algunos de los hechos de los primeros 100 días de gobierno que nos convocan a defender la democracia”. Este fue el contenido de la multitudinaria, quizá la más grande, movilización del pasado 24 de marzo en Plaza de Mayo que conmemoró, junto a otras plazas de todo el país, el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia y que, sobre todo, puso de manifiesto el grado de respuesta y movilización que tiene una parte muy importante del pueblo argentino. Ganamos la calle nuevamente para repudiar y enfrentar el proyecto neoliberal de entrega, que se corporizó, provocativamente, con la presencia de Obama.

La Plaza ganada, como en todos estos años, de trabajadores, militancia social y política, familias, jóvenes, frentes de artistas e intelectuales, tuvo la singularidad de una presencia distintiva de diferentes gremios de la CTA y la CGT que marcharon detrás de Madres, Abuelas y Organismos de Derechos Humanos. Lejos del intento por parte del establishment de amedrentar con la reedición de la teoría de los demonios, los despidos masivos y la defensa de los puestos de trabajo fueron un eje importante tal como lo destaca el documento leído desde el escenario. “(…) Porque los trabajadores son la Patria, porque no vamos a permitir que nos roben el derecho al trabajo, ni que le pongan techo a las paritarias, ni que estigmaticen a los trabajadores y trabajadoras. Después de más de 12 años de un proyecto de inclusión, hoy las políticas de Estado empiezan a ser de exclusión social, política, económica y cultural.” Y es que a esa importante parte del pueblo ya no le resulta ajeno el motivo y los objetivos por los que los grupos económicos concentrados necesitaron de las fuerzas armadas para implementar el modelo económico neoliberal. Tampoco resulta ajeno que la puesta en escena de Obama y Macri en el Parque de la Memoria trajo bajo la manga la reedición de los Tratados de Libre Comercio que bien enterrados dejamos en 2005. La Plaza gritó también por la Patria Grande cuando el documento mencionó los peligros para los pueblos hermanos de Brasil, Bolivia, Venezuela, de la mano de esta suerte de actualización del Plan Cóndor para hacer retroceder los procesos populares en la región.

Algo más de lo que deberá tomar nota el poder real, es que lejos de cumplirse los deseos y augurios de un retroceso en la organización y movilización de las fuerzas que integramos el kirchnerismo, nos plantamos con firmeza y convicción siendo decenas de miles para dar pelea por lo que quedó por continuar en nuestra Patria. Así lo expresaron las columnas del FpV, entre ellas la de los comunistas del PCCE con una nutrida, entusiasta y combativa presencia; hecho contundente de que el camino de la unidad se sigue construyendo y que la identidad kirchnerista, la identidad patriótica, se debe fortalecer en circunstancias temporariamente desfavorables.

Nos espera la disputa de ideas en cada lugar de trabajo, en cada barrio, en cada escuela, porque vienen por todo: la riqueza y la memoria colectiva. Este 24 es el gran puntapié de la resistencia, es la condensación de cada una de las actividades y manifestaciones de las que militantes y no militantes, fuimos hacedores en estos cien días. Este 24 de marzo se colmó de mariposas; para muchos son los 30 mil que están presentes desde siempre, y mucho más desde que Néstor y Cristina institucionalizaron su lucha.