2003 – 25 DE MAYO – 2023
“Esto no es tarea de una persona, es tarea militante”
En una jornada lluviosa, con la Plaza de Mayo y sus calles aledañas colmadas, el pueblo se aglutinó para escuchar a la vicepresidenta Cristina y celebrar un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo de 1810. Todavía con la esperanza de que la compañera lanzara su candidatura presidencial, pese a la proscripción, durante toda la tarde se escucharon los canticos de “¡Cristina Presidenta!” o “¡una mas y no jodemos más!”. Si bien la compañera volvió a insistir en que era hora de que otros tomen la posta, su discurso dejó en claro que es ella la que sigue liderando este espacio político. En el palco se destacaba la presencia de su familia más cercana y parte de la dirigencia política diversa que compone el kirchnerismo. En primera fila, a su derecha, en representación de los gobernadores, se encontraban Axel Kicillof por la Provincia de Buenos Aires, Alicia Kirchner por Santa Cruz, y Ricardo Quintela, el flamante gobernador de La Rioja. A su izquierda destacaban el Ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, el Diputado Nacional Máximo Kirchner, y el Ministro de Economía Sergio Massa.
Cristina comenzó su elocución reivindicando los doce años de kirchnerismo, cuando hace veinte años Néstor Kirchner se tuvo que hacer cargo de un país destruido económica y socialmente, con un Estado chiquitito, todo privatizado y con una deuda impagable de 150% del PIB. Ese mismo modelo neoliberal que hoy buscan aplicar desde la oposición en sus dos variantes. “Cuando Néstor llegó al Gobierno y recibió la deuda defaulteada, la deuda soberana defaulteada más grande de la historia y la reestructuró contra viento y marea logrando la quita de capital e intereses más importante de la que se tenga memoria. Era la deuda que había sido estatizada en el ‘82 cuando se iba la dictadura militar. Y la deuda que se contrajo durante los 90 para sostener la falsa convertibilidad o la falsa dolarización. Es ahí cuando la Argentina y su gobierno votado en las urnas recupera el timón de la economía y comienza un proceso de reindustrialización, de inclusión, de valor agregado, de tecnología, de repatriación de científicos e investigadores. De la construcción de una red social de inclusión para una sociedad que había sido devastada por la desocupación y la exclusión”, destacó CFK. Habló luego del legado recibido por los cuatro años de macrismo, que nos volvieron a atar de pies y manos al endeudamiento con el FMI, principal causante hoy de la falta de dólares y de la inflación; una deuda que fue tomada en contra de los estatutos del mismo organismo para que Macri pudiera ganar las elecciones, unos 57.000 millones de dólares que se esfumaron en apenas un año. Así y todo no puedo reelegirse en 2019.
La compañera remarcó también sus diferencias con el actual presidente, Alberto Fernández, particularmente en el acuerdo firmado con el FMI y la incapacidad de redistribuir el crecimiento conseguido en estos últimos cuatro años. Destacó, a pesar de todo, que este gobierno es infinitamente mejor que el de Macri. “El problema que hoy tenemos acuciante es la distribución del ingreso. Créanme que para distribuir el ingreso muchas veces hay que ponerle carita fea a los que tienen mucho”, manifestó.
Ante el actual panorama económico y político, Cristina reafirmó la necesidad de construir un programa de gobierno y destacó sus ejes principales. En cuanto al FMI, volver a revisar el acuerdo ya que continúa siendo impagable a mediano plazo y no nos permite desarrollarnos. Propuso que los pagos estén atados a un porcentaje de las exportaciones y que dejen de querer convertirnos únicamente en proveedores de materias primas. Es necesario volver a un modelo de industrialización que no dependa de sequías como la de 2008, 2009 o la actual. En este punto reivindicó los modelos de industrialización asiáticos, con mercados y sector privado pujante pero también con planificación y Estados productores fuertes. Destacó en especial al modelo actual de la República Popular China.
Sin avanzar sobre los sectores estratégicos de la economía no habrá industrialización y desarrollo posible. Otro eje importante fue el de lograr un nuevo pacto democrático en donde las diferencias puedan ser resueltas sin violencia y en donde el Poder Judicial deje de ser la mafia que es. “Es hora de que las instituciones de la República Argentina no estén para cuidar los intereses de las corporaciones y los poderosos sino la de todos los argentinos y las argentinas”, declaró. Finalmente convocó a todo el pueblo, a la militancia y a la dirigencia política a ponerse las pilas, romper con el pesimismo y la parálisis, y salir a militar, a convencer, a discutir sobre la necesidad de un país industrial inclusivo -con un Estado fuerte que pueda articular con el sector privado- y dar la discusión frente a la desinformación mediática y contra aquellos que quieren volver a aplicar el neoliberalismo en nuestra Patria.
TEXTUALES CFK
- “Cuando Néstor llegó a Presidente recibió un Estado así de chiquitito con un PIB de 164.000 millones de dólares y una deuda del 160% del PIB. Pero entonces, si todo estaba en manos de los privados, si todo estaba en manos de los ‘buenos administradores’ ¿por qué la Argentina debía tanta plata? Pagamos durante 12 años y medio 100.000 millones de deuda en dólares que no habíamos contraído nosotros y cuando su compañera entregó el gobierno 10 de diciembre de 2015 el PIB era de 647.000 millones de dólares. ¿Fue magia, somos unos genios? No, fue el modelo de construcción de la sociedad, un modelo de producción, de valor agregado, de inclusión social, de sostenimiento de la industria nacional, de buenos salarios. ¿O por qué creen que me odian, me persiguen y me proscriben? Por eso, porque nunca fui de ellos ni lo voy a ser hagan lo que hagan, me quieran matar, meter presa, nunca voy a ser de ellos. ¡Yo soy del pueblo y de ahí no me muevo!”
- “Es necesario construir organización, profundidad territorial de la organización, profundidad sectorial en los sindicatos, en las fábricas. Una sola persona no puede. Tiene que haber una organización. Tiene que haber cuadros que tomen la posta y lleven adelante el programa de gobierno que necesita la Argentina. Créanme que la Argentina necesita imperiosamente tres o cuatro ejes sobre los que desarrollar ese programa. Primero, dejar de lado el actual acuerdo con el FMI, que nos permita elaborar un programa propio de crecimiento, de industrialización, de innovación tecnológica; sino va a ser imposible pagarles por más que digan lo que digan. En todo caso que lo aten a un porcentaje de exportaciones pero, que dejen de querer dirigir la política y clausurarnos la industrialización del país.”
- “Cuando uno ve las principales economías que han surgido en los últimos 20 o 30 años, fundamentalmente, desde el lado asiático, no solamente China. Cuando uno mira cada uno de esos ejemplos, lejos está de la doctrina que nos quieren imponer acá que el mercado y lo privado todo lo resuelven. Todo lo contrario: son modelos de acumulación acordados entre el sector público y el sector privado en las actividades que más retorno provocan y por lo tanto mayor incorporación de tecnología, de valor agregado y de trabajo calificado. Esta es la discusión que están esperando millones de argentinos y no las boludeces que se dicen todos los días en los medios de comunicación. Boludeces. Y perdonen la expresión.”
- “Es necesario la renovación del pacto democrático donde quede erradicado y prohibido quitarle la vida al que no piensa igual. Hay que volver a renovar ese pacto. Cuando escucho y dicen: hay que acabar con el peronismo o el kirchnerismo. Por favor, si con ganarle alcanza. ¿Por qué tenemos que llegar al exterminio del otro? Y se los digo como parte de una generación que, finalmente, fue devorada en la vorágine de la violencia política. Con hijos y familiares que ni siquiera tienen el derecho de ir a llorar a sus seres queridos a una tumba. En nombre de todos ellos y de todas ellas no puede haber ningún argentino o argentina de bien que no se oponga a esas prácticas horribles.”
- “Tenemos que volver a darle al país un Poder Judicial que se ha evaporado entre las tramoyas de una camarilla indigna para la historia de la Argentina. Los argentinos se merecen volver a tener una Corte Suprema de Justicia que sea llamada como tal sin ponerse colorado. Por favor se los pido a todos los partidos políticos de la República Argentina. Tenemos que repensar el diseño institucional, argentinos. No podemos seguir con la rémora monárquica de personas que son designadas de por vida y que nunca más rinden cuentas a nadie ni a nada. No se saben sus declaraciones juradas, no se sabe dónde viven, no se sabe qué tienen. Eso no es de República, eso no es de democracia, pónganle el nombre que quieran. Empecemos a cumplir la constitución, investiguemos la deuda, investiguemos a sus responsables. Es hora de que las instituciones de la República Argentina no estén para cuidar los intereses de las corporaciones y los poderosos sino la de todos los argentinos y las argentinas.”
- “Quiero convocarlos a todos y a todas para que cada uno, cada una, en su lugar de estudio, en el trabajo, en la calle, en el bondi o en el subte o en la bici, cuente y permita que este entramado de desinformación en cuanto a los verdaderos responsables de la situación que vive la Argentina en materia de endeudamiento, de falta de dólares, de corridas que tantas veces han asolado a la República Argentina… esta vez la gente pueda decidir con claridad pero, sobre todo con información. Por eso, esto no es tarea de una persona, esto es tarea militante. Basta de pedirle al otro que haga cosas que nosotros no estamos dispuestos a hacer. Hay que romperse lo que hay que romperse y lo tienen que hacer todos y todas.”