El plan para la recuperación del sistema previsional y de la calidad de vida de quienes más sufrieron el ajuste macrista, consta de diversas medidas para recomponer los ingresos de la población compuesta por jubilados, pensionados y asignaciones familiares.

Hasta el momento la batería de medidas contó con dos bonos de emergencia de 5000 pesos entregados en diciembre y enero para las jubilaciones mínimas (70-75% del total), monto que se escalonó para el resto de los haberes hasta alcanzar los 19.068 pesos mensuales. Y un alza menor en términos relativos en los haberes para los que se encuentran arriba de la pirámide previsional.

Otras iniciativas para mejorar el ingreso de los jubilados en forma indirecta son la rebaja del 8 por ciento en los medicamentos y el congelamiento por 180 días de las tarifas. Esta última medida impacta relativamente más en hogares pobres y de jubilados, que destinan mayor porcentaje de sus gastos a este rubro. Se suma el programa Vivir Mejor, por el que se provee a adultos mayores un conjunto de 170 medicamentos y activos gratuitos, según un listado de recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es un vademécum con un listado de 170 principios activos, pero los medicamentos serán alrededor de 2.700 presentaciones. El programa representa un aumento del haber indirecto de alrededor del 30%, que es lo que gasta un jubilado en la compra de estos productos. Es universal y demandará una inversión de 30.000 millones de pesos, que serán financiados con recursos propios del PAMI. El programa Vivir Mejor llega luego de cuatro años en los cuales el incremento en los precios de los medicamentos alcanzó el 457% en lo que se refiere al valor de venta al público y el 297% en el precio de los que consumen los afiliados al PAMI.

Por otro lado, y para atender la problemática de los endeudados por los créditos del ANSES lanzados durante el gobierno de Macri, se instrumentó una baja de hasta 12 puntos porcentuales en la tasa de interés de los préstamos que concedió el organismo y se suspendió el pago de las cuotas de enero, febrero y marzo y se reestablecerá un nuevo cronograma de pagos. Las cuotas mensuales bajarán para los jubilados entre 21 y 40 por ciento y entre 11 y 36 por ciento para las asignaciones. Además, a partir de este mes se volverá a reintegrar el IVA de las compras con tarjeta de débito con un tope de $700.

En cuanto al aumento de haberes, será del 13% para las jubilaciones mínimas, en la AUH y en Asignaciones Familiares, prestaciones que tendrán un aumento por encima del que hubiese otorgado la ley de movilidad del macrismo. La suba acumulada de la jubilación mínima desde diciembre es del 18,8%, si se suman los bonos extraordinarios de 5.000 pesos de diciembre y enero. La jubilación mínima pasará así de $14.068 a $15.896.

La concepción política es la de disminuir la brecha de haberes, achatar la pirámide previsional y reparar la inequidad distributiva (según un estudio del ANSES Argentina está entre los países con mayor disparidad entre el haber jubilatorio máximo y el mínimo). Sobre todo, porque en la actualidad el 40% de los recursos de la ANSES provienen de impuestos y no de aportes. La recaudación tributaria es fundamentalmente de impuestos indirectos (como el IVA) que alcanzan en mayor medida a quienes se ubican en la base de la pirámide de ingresos. Hay que tener en cuenta este hecho a la hora de trazar una política redistributiva, en especial cuando el macrismo destruyó el sistema de reparto y vació el Fondo de Garantía de Sustentabilidad, a la vez que aumentó el desempleo y la informalidad en el trabajo.