El gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, anunció en los últimos días un plan de salvataje económico con una inversión de alrededor de 2500 millones de pesos, compuesto por una serie de medidas económicas de pronta aplicación.

Incluirá condonaciones y reducciones impositivas, créditos del Banco Provincia, el pago de salarios a trabajadores mediante una versión de la ATP a escala local, y un fondo que manejarán los intendentes para los sectores más críticos, como gastronomía y turismo.

A nivel de socorro de pequeñas y medianas industrias, el gobierno de Axel implementará una tarjeta “Pactar”, destinada a la adquisición de bienes de capital e insumos; el préstamo “Evolución”; y el programa “Compre Bonaerense” para financiar bienes de capital en hasta 60 cuotas.

Habrá condonaciones en ingresos brutos y luego descuentos hasta fin de año en las actividades que nunca pudieron abrir, como restaurantes, peluquerías, lavaderos y algunos comercios. Además, formará parte del plan una línea para los sectores que no calificaron para los créditos del 24 por ciento subsidiados por el Estado nacional, como por ejemplo las escuelas privadas.

Además, anunció el pase a planta permanente para casi 15 mil trabajadores bonaerenses, la mitad de ellos pertenecientes al sector de la salud. “Aún en tiempos de pandemia estamos tomando decisiones y hemos abierto mesas técnicas con los trabajadores y sus representantes para mejorar la carrera del trabajador estatal”, expresó el gobernador en línea con la necesidad de activar medidas económicas coyunturales, pero que expresan que la prioridad para la iniciativa política está en los laburantes y la industria nacional.

Parte del financiamiento del plan fue aportado por Nación, dada la cuantiosa deuda provincial contraída durante la administración Vidal. Buenos Aires no constituye la excepción de la tierra arrasada dejada por el ciclo neoliberal.

Finalmente, tampoco eludió la responsabilidad primera, que es la de cuidar la vida de los y las bonaerenses, y valorando la política de aislamiento social, preventivo y obligatorio frente a la vecina Ciudad Autónoma de Buenos Aires, gobernada por Rodríguez Larreta, que cedió al lobby anticuarentena y se convirtió en el distrito con mayor cantidad de contagios de Covid-19 cada 100.000 habitantes.