UN CONLFICTO QUE CRECE

El ajuste en salud mata

No se puede comenzar a hablar sobre la salud en nuestro país sin entender primero las consecuencias del neoliberalismo sobre el cuerpo de nuestro pueblo, por falta de trabajo, de alimentos, de elementos de higiene personal, remedios, etc.

A esto se debe agregar la sangría que sufre el sistema de la salud pública, que podemos referir no solo en la reducción presupuestaria, sino también en la subejecución y el cierre de políticas públicas e infraestructuras construidas en los gobiernos de Néstor y Cristina.

Algunos casos testigo del ajuste en salud han sido los despidos masivos y recortes de servicios en hospitales de alta complejidad como El Cruce o Posadas; los faltantes de todo tipo de insumos y medicamentos: sean preservativos, medicamentos críticos contra la tuberculosis, vacunas, etc. También de distintos programas como VACUNAR y REMEDIAR. Por esto la reducción de Ministerio a Secretaria, aun que sorprenda desde lo simbólico, solo expresa la realidad de lo que este gobierno piensa.

Los trabajadores y trabajadoras de la salud sufrimos esta situación por partida doble: en nuestros propios cuerpos por trabajar en condiciones insalubres, con salarios insuficientes, pero también en carácter de prestadores de estos servicios.

La respuesta debe ser en unidad y con organización. Una experiencia ha sido la Marcha Federal de la Salud el pasado 4 de octubre. Pero esta experiencia de unidad se debe reproducir en cada organismo propio del sistema de salud, desde los hospitales hasta los dispositivos territoriales y distintos programas.

En el Hospital Tobar García hemos constituido una mesa intersindical para sostener un espacio de discusión en unidad de quienes sufrimos el ajuste y defendemos lo público; sumado a asambleas periódicas para la discusión colectiva sobre formas de defender la salud.

Muchas veces ha sido causa de división las discusiones sobre las características del sistema público y del papel que tienen las diferentes profesiones en el mismo. Pero ya no nos podemos dar ese lujo porque es el derecho básico de acceso gratuito a la salud lo que está en juego.

Facundo Pinkas

(PCCE – Delegado ATE C. I. Hosp. Tobar García)