EDUCACIÓN, CIENCIA Y TECNOLOGÍA

Subejecución, desinversión, exclusión

El macrismo intenta reducir la inversión en políticas públicas que durante los doce años de kirchnerismo, fueron ejes prioritarios para la construcción de un país soberano. Educación, Ciencia y Tecnología se proyectan como áreas empobrecidas para el próximo año, con el acumulado de lo que ya subejecutó y recortó en estos diez meses.

A la hora de discutir el Presupuesto para el 2017, el macrismo intenta reducir la inversión en políticas públicas que durante los doce años de kirchnerismo fueron ejes prioritarios para la construcción de un país soberano en todas sus dimensiones: política, económica, cultural, territorial. Educación, Ciencia y Tecnología se proyectan como áreas empobrecidas para el próximo año, con el acumulado de lo que ya subejecutó y recortó en estos diez meses.

NO INVIERTEN Y SUBEJECUTAN. El año pasado se incorporaron 150 mil jóvenes adultos a la educación formal y 29 mil se alfabetizaron; hasta el primer semestre, los datos revelan que no sucedió ninguna de las dos cosas. En el mismo período, las 19.300 becas universitarias destinadas a estudiantes de pocos recursos no fueron pagadas, y para el año que viene, se proyecta reducirlas a 14.300. De las 600 mil netbooks proyectadas para distribuir este año, sólo se repartieron 100 mil que quedaron de remanente. Aquí vale la pena detenerse porque tanto esas computadoras (5 millones) como los programas, fueron producidos por Pymes nacionales y todo parece indicar que el macrismo le concederá (lo que ahora será un negocio) a las multinacionales.

“A los chicos no les gusta leer”, es la frase con la que desde el ministerio de Educación se pretende justificar el parate al Plan Nacional de Lectura y otros programas con los que desde el propio ministerio se llegaron a distribuir en doce años de kirchnerismo 92 millones de libros, entre los que se destacan los de ficción, cuadernillos de DD. HH, educación sexual, genocidio y dictadura. Este año, 1 millón menos. Al 30 de septiembre, se utilizó apenas el 10,94 por ciento de los fondos previstos para el programa de Innovación y Desarrollo para la Formación Tecnológica, a la vez que se proyecta invertir un 17 por ciento menos. Lo mismo ocurrió con lo pautado para Infraestructura y Equipamiento, se ejecutó un 19 por ciento y se propone invertir un 12,8 por ciento menos. Respecto a la Formación Docente, sólo se ejecutó un 30,94 por ciento y a lo presupuestado para las universidades, un 69,52. Macri se escandalizó por tanta universidad por aquí y por allá: el kirchnerismo construyó 17 nacionales y, citando a Cristina, “junto a Cuba, nuestro país tiene la mayor población universitaria. El 4,5 por ciento está en las universidades, y de ese porcentaje, el 3,5 por ciento está en las públicas y gratuitas”.

En la misma línea de recorte, se proyecta reducir lo destinado al Ministerio de Ciencia y Tecnología un 32,53 por ciento, es decir que de $ 3.043.553.474 que se previó para este año, se pasará a $ 2.053.531.272 para 2017. Este tercio de desinversión no toma en cuenta al CONICET ni a la CONAE, es decir que es aún mayor la orfandad de partida presupuestaria para áreas tan estratégicas para el desarrollo de nuestro país. Entre los tres destinos se hará descender la inversión, respecto del PBI, de un 0,8 alcanzado durante el gobierno de Cristina a 0,59, el mínimo histórico. Esta situación impactará directamente en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA: funcionan 19 institutos UBA-CONICET en los cuales desarrollan sus tareas de investigación 720 miembros de la carrera de investigador científico, 700 becarios y 160 miembros del personal de apoyo. El programa “Raíces” repatrió mil científicos, la política neoliberal del recorte los puede volver a expulsar del país.

La inflación y los tarifazos, y su repercusión directa que desfasó lo calculado en el presupuesto ley establecido para 2016, y el modo tan “singular” de ejecutar las partidas presupuestarias por parte del macrismo, hablan a las claras del objetivo de destruir la soberanía alcanzada y profundizar la dependencia, en todas sus dimensiones, y en las condiciones del mundo actual.