El pasado jueves 1ero de octubre nos dejó, físicamente, el querido compañero Alejandro “Gurí” Jáuregui.

Hijo de una familia comunista consecuente, forjada por Helén Jáuregui y Eve Vila Platero, Gurí, junto a sus hermanos “Japanchi” y “Burbuja” militaron desde casi niños en las filas de la Federación Juvenil Comunista. Supieron pasar penurias económicas, persecuciones y cárceles en tiempos de dictaduras. Más nunca se apagó la alegría en aquella casona de Villa Elisa, donde las reuniones militantes y las guitarreadas compañeras siempre fueron la constante.

Allí nacería el Quinteto Tiempo, el más emblemático conjunto platense de nuestra música nacional, popular y latinoamericana. Y Gurí fue su líder y constructor a través de los años y de su viaje por todos los continentes del mundo a los que llevó nuestra canción.

Acaso su primer gran éxito e himno revolucionario sería “Canción con todos”. En aquel tema basado en la poesía de Armando Tejada Gómez, Gurí supo introducirlo con el poema “América Latina”, del gran peruano Nicomedes Santa Cruz: “Mi cuate/Mi socio/Mi hermano/Aparcero/Camarado/Compañero/Mi pata/M´hijito/Paisano…/He aquí mis vecinos/He aquí mis hermanos/Las mismas caras latinoamericanas/de cualquier punto de América Latina:/Indoblanquinegros/Blanquinegrindios/Y negrindoblancos/Rubias bembonas/Indios barbudos/Y negros lacios…”

Y así siguió, toda la vida, y hasta su última grabación del mismo poema que nos dejó como legado eterno: “Yo no tracé líneas territoriales/separando al hermano del hermano/Poso la frente sobre Río Grande/me afirmo pétreo sobre el Cabo de Hornos/hundo mi brazo izquierdo en el Pacífico/y sumerjo mi diestra en el Atlántico/Por las costas de oriente y occidente/doscientas millas entro a cada Océano/sumerjo mano y mano/y así me aferro a nuestro Continente/en un abrazo Latinoamericano”.

Y así se despidió de todos nosotros. “¡Gritando adelante!”.

RGM