LA PRINCIPAL DISYUNTIVA QUE ENFRENTAMOS

Pueblo o monopolios

Para redistribuir la riqueza en nuestro país, necesariamente habrá que confrontar con la concentración monopólica que controla los resortes fundamentales de nuestra economía. A estas alturas puede resultar una verdad de perogrullo, pero lo cierto es que muy pocos y muy poderosos determinan la vida de las grandes mayorías. La experiencia de estos tres años del FdT evidenció que con conversar y conversar no se logra nada. Nada para el pueblo, por lo menos. Se frustran los anhelos y las esperanzas. En definitiva, las disputas de intereses se resuelven solo con la lucha.

Como se refleja en este número de Nuestra Palabra, los diez gigantes del sector agroexportador absorbieron el 91% del dólar-soja. Recordemos: se les pagó a los sojeros un tipo de cambio diferencial para que liquiden la cosecha de granos que impunemente vienen reteniendo desde hace meses. Es decir, los mismos que presionan por una devaluación son los que consiguen una devaluación a la carta. De las 13,3 millones de toneladas liquidadas, 12,1 pertenecen a Vittera, Cargill, Aceitera General Deheza, Bunge, Molinos Agro, COFCO, etc. Como bien se dijo, una renta extraordinaria derivada de un recurso (la tierra) que es patrimonio de las y los argentinos, en manos de un puñado de empresas nacionales y transnacionales.

En el contexto de un aumento de la indigencia, Cristina advirtió sobre la falta de una intervención precisa y efectiva frente a los formadores de precios. Según datos del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), tres empresas líderes en rubros de alimentación reflejan en los balances de este año importantes tasas de rentabilidad bruta, pese a que los primeros meses de 2022 fueron de amesetamiento del consumo, y en algunos rubros verificaron cierto nivel de retroceso. El balance del primer semestre del año para Arcor muestra una tasa de rentabilidad bruta en dólares del 8,3% sobre ventas, y para el mismo período, Molinos Río de la Plata registra una rentabilidad bruta del 7,1%. Una tercera empresa cuyo balance pudo ser consultado, Ledesma (azúcar), por su balance anual del ejercicio cerrado en mayo, tuvo una rentabilidad del 10,7%. No es necesario explicar mucho más.

Cuando avanzan los monopolios, pierden las mayorías. Por ejemplo: 40.000 pesos es la cifra promedio que sumarían a sus ingresos las y los trabajadores argentinos si se hubieran sostenido los niveles salariales con los que finalizó el período kirchnerista (UNR). Ese periodo es la referencia más cercana y palpable de nuestro pueblo en términos de avances y conquistas. Para alcanzar esos avances y conquistas se enfrentó a los factores de poder económicos, mediáticos y judiciales. Por esto Cristina conserva los niveles de respaldo que conserva.

La necesidad entonces de restablecer una agenda redistributiva es central en la etapa que tenemos por delante. Más aun cuando se vislumbra en el mundo un 2023 recesivo según las recientes proyecciones del FMI y el Banco Mundial. Tasas altas, caída del consumo y contracción global. La lucha por el salario es hoy el principal reclamo y motor de la conflictividad. Aún así, si no logramos diversificar la producción y comercialización de los alimentos, seguiremos corriendo detrás de los criminales aumentos de precios. La transferencia de recursos es sideral. ¿Quién se queda con el valor producido por los laburantes? Los monopolios. ¿Quiénes se quedan con lo producido en nuestra tierra? El latifundio, los grandes pooles de siembra. ¿Qué hacemos con nuestros recursos minerales, hoy estratégicos? La respuesta la dio días atrás Gerardo Morales, el carcelero de Milagro Sala: el 95% del litio jujeño se va a industrializar en el exterior.

Una perspectiva general de los acontecimientos en curso muestra que las luchas en el plano internacional siguen afirmando la tendencia hacia un orden multipolar. El capitalismo monopolista transnacional choca con los intereses de la parte mayoritaria de la humanidad. Y está en crisis. En nuestro continente el contexto es de avances, que se consolidarán con la victoria Lula en Brasil el próximo 30 de octubre.

En nuestra patria, sólo la compañera Cristina puede orientar un proceso en un sentido redistributivo que nos permita concebir un futuro con soberanía y justicia social. Los monopolios tienen aspirantes por todos lados. Macri señala en sus aprendizajes sobre liderazgos que “el próximo gobierno será más fuerte y su fortaleza requerirá que las reformas estructurales se sancionen en las primeras horas. Debemos tener la valentía de terminar de inmediato con las legislaciones obsoletas en materia laboral, sindical, previsional y fiscal. Lo que no se hace de entrada es muy probable que no se pueda hacer nunca”. Esta es la contradicción principal que tenemos por delante.