A 170 AÑOS DE LA PUBLICACIÓN DEL MANIFIESTO COMUNISTA

Un hito fundacional

Por Rodolfo G. Módena

El 21 de febrero de 1848, en Londres, veía la luz el Manifiesto del Partido Comunista de Carlos Marx y Federico Engels. Encargada su redacción a los dos grandes genios del proletariado mundial por la Liga de los Comunistas (antes llamada Liga de los Justos) en 1847, el Manifiesto se convertiría en uno de los textos más trascendentes de la Historia moderna y contemporánea.

Debe ser uno de los escritos más leídos en el mundo entero y uno de los que más ha incidido en las luchas obreras y populares de la segunda mitad del siglo XIX, todo el siglo XX, lo que va del siglo XXI y de lo que vendrá, en el camino de la emancipación de los trabajadores de la explotación y opresión del régimen capitalista y la ideología y cultura burguesas que aún predominan en el mundo.

Son 170 años y varias generaciones de obreros y revolucionarios que se inspiraron en él como “guía para la acción”, según orientaba Engels primero y Lenin años más tarde, cuando los principios programáticos de Marx y Engels comenzaban a hacerse realización concreta con la Revolución de Octubre en Rusia, con la constitución de la Unión Soviética, las revoluciones en China, Corea, Cuba, Argelia, Vietnam, Laos, Siria, Angola, Mozambique, Nicaragua, Venezuela, Bolivia, y todas las experiencias revolucionarias y socialistas del siglo XX y XXI en Asia, África y América Latina, cada cual con sus particularidades nacionales.

“Un fantasma recorre Europa: el fantasma del comunismo. Todas las fuerzas de la vieja Europa se han unido en santa cruzada para acosar a ese fantasma: el Papa y el zar, Metternich y Guizot, los radicales franceses y los polizontes alemanes. ¿Qué partido de oposición no ha sido motejado de comunista por sus adversarios en el poder? ¿Qué partido de oposición a su vez, no ha lanzado, tanto a los representantes de la oposición, más avanzados, como a sus enemigos reaccionarios, el epíteto hiriente de comunista? De este hecho resulta una doble enseñanza: Que el comunismo está ya reconocido como una fuerza por todas las potencias de Europa. Que ya es hora de que los comunistas expongan a la faz del mundo entero sus conceptos, sus fines y sus tendencias, que opongan a la leyenda del fantasma del comunismo un manifiesto del propio partido. Con este fin, comunistas de las más diversas nacionalidades se han reunido en Londres y han redactado el siguiente Manifiesto, que será publicado en inglés, francés, alemán, italiano, flamenco y danés”.

Así, con esta frase famosa, Marx y Engels iniciaban la explicitación del programa general de la lucha de clases del proletariado. Programa que sería desarrollado por Lenin para la época del imperialismo.

El Manifiesto encarnaría en las luchas de generaciones, de millones de hombres y mujeres en todo el mundo, así como de grandes victorias que han sido y son experiencias valiosas y demostrativas de su necesidad y posibilidad concretas.

Pero también en las derrotas, el “fantasma” vuelve a ser “fantasma” para volver a espantar a los enemigos de toda calaña. Es el “fantasma” que vuelve siempre, el único que ha demostrado y puede ofrecer a la Humanidad el camino de su emancipación, de la liquidación de la sociedad de clases y de la explotación del hombre por el hombre. El “fantasma” del comunismo que siempre encarna y encarnará en la clase trabajadora y en nosotros mismos, los revolucionarios marxista-leninistas, los comunistas de todos los tiempos, pasados, presentes y por venir.

Es que como dice El Manifiesto: “la Historia de la Humanidad no es otra que la historia de la lucha de clases”.