FRENTE AL INTENTO DE GOLPE EN VENEZUELA

La iniciativa es nuestra

Las movilizaciones del 19 de abril y 1 de mayo último fueron de las más grandes en la historia de Venezuela y consiguieron desbaratar otro intento feroz de desestabilización y golpe de Estado. En este contexto, Maduro convocó a una nueva Asamblea Nacional Constituyente para institucionalizar las misiones sociales y las transformaciones revolucionarias.

Masiva movilización de los trabajadores y el pueblo en conmemoración del 1 de Mayo y en defensa de la Revolución.

En respuesta a las acciones violentas de la derecha venezolana y del pronunciamiento golpista de Luis Almagro (OEA), el pueblo chavista salió a las calles en defensa de la Revolución Bolivariana. Los medios de desinformación intentaron generar una imagen de anarquía y desorden institucional en el contexto de la embestida terrorista de la oposición. Lo que sucedía en realidad era un intento de desestabilización y golpe de Estado contra Nicolás Maduro orquestado desde los Estados Unidos, que a través de la OEA buscó generar las condiciones para una intervención extranjera.

Durante las últimas semanas, sectores criminales de derecha llamaron a incendiar la calle. Las víctimas fatales fueron producto del accionar de estas bandas y no por la “represión”, como salieron a decir los medios de la oligarquía. Incluso gran parte de los muertos ni siquiera tuvieron que ver con las movilizaciones. Un grupo de personas fallecieron electrocutadas durante un saqueo y fueron contabilizados por los medios como “víctimas de la represión”. El gobierno salió a aclarar lo sucedido de forma inmediata y caso por caso. La mentira mediática quedó al descubierto y fue desbaratada.

La derecha no logró su cometido gracias a que el pueblo venezolano se movilizó de forma masiva y pacífica y no permitió que los guarimberos tomaran la calle. Las movilizaciones bolivarianas superaron ampliamente a las de la oposición. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, declaró que “solo por medio de las movilizaciones populares, los gobiernos progresistas en el mundo pueden garantizar su soberanía y sobrevivir a los ataques de las fuerzas imperialistas”. El rol de las Fuerzas Armadas venezolanas también fue clave, cohesionadas en torno a la dirección de la Revolución.

La situación regional fue favorable para el chavismo ya que se está perfilando un cambio de coyuntura que complica los planes de la derecha. El gobierno neoliberal de Temer en Brasil tiene nulo apoyo popular y el compañero Lula se vislumbra como el candidato a presidente con mayor intención de voto. En nuestro país está sucediendo algo similar, con un liderazgo de Cristina que se potencia con el paso de los días.

Cuba socialista, que fue expulsada de la OEA hace décadas, salió a apoyar la decisión de Venezuela de retirarse del “ministerio de colonias yanqui” y ratificó su apoyo al gobierno de Maduro. Lo mismo hizo Bolivia, Ecuador, Nicaragua y gran parte de los países de la CELAC. Los apoyos también vinieron desde Medio Oriente, donde el presidente sirio, Bashar Al Assad, se solidarizó con el pueblo venezolano en una entrevista para Telesur: “No le crean a Occidente, ellos no velan por los derechos humanos ni por los intereses de los países, sino por los intereses de la élite gobernante de sus Estados”, dijo el presidente sirio.

Mientras tanto, Venezuela bolivariana sigue mirando hacia adelante y apostando por el progreso de las grandes mayorías. El domingo 30 de abril, Maduro entregó la vivienda 1.600.000 de la Gran Misión Vivienda Venezuela, un programa social creado en 2011 por el líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez. El mismo día, Maduro decretó un aumento del 60% en el salario mínimo, las jubilaciones y los salarios estatales. Además, el primero de mayo, el presidente convocó a una nueva Asamblea Nacional Constituyente para institucionalizar las misiones sociales y las transformaciones revolucionarias.