MILES DE DESPIDOS Y MÁS TARIFAZOS

Un verano muy PRO

El año comenzó con más de 6600 trabajadores despedidos y con un incremento en las tarifas, en particular de los servicios públicos, en un contexto de paritarias inexistentes o a la baja y de aumentos en los precios de los alimentos y productos de primera necesidad.

Desde que comenzó el año, la maquinaria neoliberal no cesa de profundizar la destrucción de la economía y la vida de las familias de nuestro pueblo. Después de aprobarse el saqueo a los jubilados con la Reforma Previsional, no sin resistencia en el Congreso y en la calle, continúan los despidos y tarifazos en un contexto de suba de precios en los alimentos y productos de primera necesidad y con techos salariales (15 por ciento), agudizando así los niveles de pobreza e indigencia.

ACÁ NO SOBRA NADIE. Durante el mes de enero se registraron alrededor de 6640 despidos y suspensiones: casi el doble de trabajadores desocupados que en el mes de diciembre. El 58 por ciento pertenece al sector público. Para observar el mapa de conjunto: en el INTI, que sigue resistiendo reja de por medio (260 despedidos), Coros y Orquestas del Bicentenario (240), Radio Nacional (233), Televisión Pública (170). En el Hospital Posadas, militarizado como en otras épocas, (150), en el Senasa (138); en ANSES (83); en el Ballet Nacional de Danza Clásica (50), entre otros. En los ministerios de Agricultura, Producción y Trabajo también decidieron ser austeros en el “gasto” que implican los salarios. No sólo se despiden trabajadores sino que se achican o desaparecen políticas públicas que sostienen derechos del conjunto del pueblo. Todos nos quedamos con menos profesionales para nuestro desarrollo soberano en ciencia y tecnología; todos nos quedamos con menos trabajadores que atiendan nuestra salud.

Algunos municipios no se quedaron atrás y sumaron lo suyo con 1700 municipales desocupados. Se sucedieron las reacciones populares en Azul por los despidos en Fabricaciones Militares, en Rio Turbio con los mineros de Yacimientos Carboníferos, los de YPF y los de la Fábrica Argentina de Aviones. En el sector privado, el 82 por ciento de los más de 2200 “desafectados” de sus puestos de trabajo pertenecen al sector industrial: casi 1000 cesantías en el rubro alimentos y bebidas (Ledesma, Ingenio San Isidro, etc.), le siguen las fábricas de autopartes, las textiles y el sector de los empleados de comercio.

DEL SALARIO INDIRECTO AL SAQUEO DIRECTO. Seguramente costó comprender que las tarifas subsidiadas por el Estado durante los gobiernos de Néstor y Cristina fueron parte de una política que completaba nuestro salario. Y en cada familia, según el sector social y sus ingresos, impactaba de un modo distinto. Tal como impacta distinto, desde que asumió Macri, el saqueo directo a nuestros bolsillos. Según la UNDAV, los incrementos acumulados en estos dos años (incluido enero 2018) más los anunciados para los próximos meses, dan los siguientes porcentajes: 1490% en electricidad; 1297% en gas natural; 664% en agua; 105% en transportes; 623% en peajes; 89% prepagas. Pero desglosemos algunos rubros y pongámoslos en contexto con la época del año en que la canasta escolar (que sufrió un aumento del 28%) es una de las grandes inversiones para las familias: en febrero, y en el área metropolitana, el colectivo aumentó de 6.50 pesos a 8.50 y pretenden, en poco tiempo, llevarlo a 11 u 12 pesos. La luz aumentó un 23 y se anuncia otro aumento para abril. Las distribuidoras de gas reclaman un ajustecito de entre el 33 y 43 desde el mismo mes. ¡El agua!, en caso de aprobarse la propuesta de Aysa, aumentará un 22 por ciento para todos, incluidos los beneficiarios de la tarifa social. De este modo, para los hogares con subsidios, la factura media pasará de 297 a 387 pesos; para el resto, de 446 a 545.

Haciendo colectiva la consigna del INTI, en nuestro país NO SOBRA NADIE: por eso crece, se organiza y fortalece la unidad y la resistencia de los trabajadores y de amplios sectores populares.