PANORAMA

El mundo, entre dos caminos

El pasado 26 de julio se cumplieron 70 años del Asalto al Cuartel Moncada, un acontecimiento decisivo para la historia de la Revolución Cubana y de América Latina. En el acto central, el presidente Miguel Díaz-Canel sostuvo que “mientras Estados Unidos mantenga su brutal y genocida bloqueo contra Cuba e intente pisotear la dignidad nacional, tendremos un Moncada por asaltar. Mientras no alcancemos un grado de prosperidad digna para todos los cubanos, tendremos un Moncada que asaltar (…) Esta revolución es una lucha constante contra el odio: es la más apasionada defensa de la libertad, el amor y la felicidad”. Lo escuchaban, entre otros, los compañeros Raúl Castro y Ramiro Valdés, miembros de la generación histórica, y únicos sobrevivientes de aquella extraordinaria gesta encabezada por el compañero Fidel.

La vigencia actual de la gloriosa Cuba Socialista se da en un contexto de avances en un mundo que tiende a la multipolaridad. Semanas atrás se realizó en Bruselas la Cumbre CELAC-UE, donde se impusieron los intereses latinoamericanos frente a las pretensiones de la Vieja Europa. Se declaró a nuestras Islas Malvinas como territorio en disputa (ya no de ultramar) lo que provocó una nerviosa rección de los británicos. Se trata de una conquista diplomática de enorme trascendencia. Quisieron llevar a Zelensky al encuentro para su habitual paso de comedia, pero fue rechazado. No pudieron tampoco imponer un documento final con condenas a Rusia y China, así como tampoco aislar a Cuba, Venezuela y Nicaragua, presentes en el evento. El que sí hizo méritos para recibir el bonete de cipayo fue Gabriel Boric, presidente de Chile, inexplicablemente preocupado por congraciarse con las posiciones de las potencias occidentales. El compañero Lula se encargó de poner las cosas en su lugar. 

Europa atraviesa una coyuntura álgida, donde las consecuencias económicas y sociales del neoliberalismo allanan el camino a la ultraderecha. No obstante, es importante destacar lo ocurrido en las últimas elecciones generales en España. Luego del arrasador avance del PP y VOX en los comicios regionales, se esperaba un resultado similar el último 23 de julio. Lo cierto es que, entre una y otra elección, se movilizaron importantes sectores de izquierda que posibilitaron reducir la distancia entre el PSOE y el PP, evitando así la conformación de un gobierno rayano con el fascismo. Prevalecieron las posiciones democráticas ante un riesgo mucho mayor. Ahora será determinante el rol de los nacionalismos, más propensos (como en el caso de Cataluña) a acordar con la socialdemocracia. Vale para analizar la coyuntura de nuestro país, donde también nos encontramos frente a una opción de hierro.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, sostuvo días atrás en la cumbre Rusia-África realizada en San Petersburgo, que su país está dispuesto a enviar cereales gratis a seis países africanos, en un momento de inestabilidad frente a la posible escasez de alimentos tras la retirada rusa del acuerdo de granos ucranianos. “En los próximos meses seremos capaces de garantizar envíos gratuitos de 25.000 a 50.000 toneladas de granos a Burkina Faso, Zimbabwe, Mali, Somalia, República Centroafricana y Eritrea”, dijo en su discurso de apertura. Rusia, que ha condonado más de 20.000 millones de dólares en deuda exterior a los países africanos, también acordó en San Petersburgo el posible suministro a algunos de ellos de armamento pesado y otros equipos de defensa.

Algunos asisten al desarrollo de las naciones; otros hostigan, dominan y matan. En esa lucha de contrarios se mueve el mundo actual. Volvemos a insistir sobre un genocidio, que no podemos naturalizar. Cisjordania ocupada hace frente a su mayor espiral de violencia desde la Segunda Intifada (2000-2005). Solo en lo que va del 2023, en ataques armados de tropas israelíes, han muerto 168 palestinos, milicianos y civiles, incluidos 29 menores de edad.