CONTRA EL FASCISMO DE AYER Y HOY

Una plaza desbordada de lucha y alegría 

El último acto conmemorativo del 24 de marzo en la Plaza de Mayo no fue un acontecimiento más. Se trató de un claro mensaje al Gobierno de Javier Milei y Victoria Villarruel de que, con la memoria, con los derechos humanos y las banderas de los 30.000 compañeros detenidos desaparecidos no se jode. Nuevamente presenciamos una contundente movilización popular en defensa de la verdad y la justicia, pero también en resguardo de la propia existencia de nuestra Patria, hoy atacada por el fascismo neoliberal.

En una convocatoria unificada tras 19 años de inconsistentes divisiones, el Partido marchó junto a los organismos de derechos humanos, sindicatos, estudiantes, movimientos sociales y hasta hinchadas deportivas. El pueblo en definitiva. Ese con el que hay que estar siempre. Ese que colmó la plaza con familias enteras y jóvenes conscientes de aquella terrorífica historia dictatorial. Rasgo central que caracterizó también nuestra columna partidaria y que, entre la multitud, no dejó de brillar por sus rojas banderas en alto y un necesario espíritu de ofensiva. Ni un paso atrás. No faltaron tampoco los pañuelos blancos, los estandartes y las consignas. Fascismo nunca más. 

La marcha se dio en un contexto de reivindicaciones de la dictadura y negacionismo de sus crímenes por parte del universo libertario. Represión sistémica contra jubilados, despidos en áreas estatales de derechos humanos, cierres de centros de la memoria y despilfarro de odio contra cualquier expresión antifascista. En ese marco es que germinó esta histórica movilización que contó además con una antesala repleta de iniciativas populares que alimentaron esa memoria y esa convicción por desbordar de lucha y alegría la plaza de las Madres. 

En el resto del país las convocatorias también fueron masivas como el caso de Rosario en Santa Fe. Allí el Partido fue parte de ese paisaje a 49 años del golpe genocida. Desde temprano las calles rosarinas estuvieron totalmente repletas de organizaciones políticas, estudiantiles y sindicales, familias, grupos de amigos y contó además con la importante participación de clubes como Central y Newell’s. Todos se unieron para defender la democracia ante el negacionismo, el ajuste y la represión del gobierno de Milei. La movilización comenzó en la Plaza San Martín y desde allí, fueron cientos de miles los que caminaron rumbo al Monumento Nacional a la Bandera, donde se realizó el acto central.

Como cada viernes previo al 24 de marzo, en la Capital se realizó la histórica Marcha Orletti-Olimpo, que recorre el barrio de Floresta uniendo aquel taller mecánico convertido en ex base operativa de militares agentes de la SIDE con el ex centro clandestino de detención. Un grupo de camaradas de distintas comunas participaron junto a varias organizaciones políticas y barriales que le dieron cuerpo a la caminata. “Como a los nazis les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar” se cantaba una y otra vez, aunque cobró más fuerza cuando desde la Mesa de Trabajo y Consenso Ex Olimpo se denunció que por decisión del Gobierno no se podría realizar el acto de cierre dentro de espacio sino en sus inmediaciones. Otro acto provocador. 

En paralelo, los compañeros del Centro Cultural Che Pugliese llevaron adelante el segundo encuentro del Café Literario, esta vez con foco en la noción de Memoria, a fin de trabajar la temática con los vecinos. Se repasaron textos como la carta de Walsh a la Junta Militar como poemas dedicados a los pañuelos blancos. Cada acto de encuentro y reflexión colectiva es un paso más en la construcción de esa conciencia necesaria para derrotar cualquier atisbo del fascismo por distorsionar nuestra historia.

En la provincia de Buenos Aires, cada regional llevó adelante actividades previas a la marcha con el objetivo de nutrir la convocatoria central. Por el lado de zona oeste, se realizaron pintadas en el barrio Villa Ariza de Ituzaingó bajo la consigna “Contra el fascismo de ayer y hoy: el 24 de marzo todos a Plaza de Mayo ¡Vení de con lxs comunistas!”. Se patearon las calles invitando y visibilizando las caras e historias de nuestros ocho camaradas de zona oeste que fueron detenidos-desaparecidos por la dictadura fascista de 1976. En la zona norte también se trabajó con volanteadas y afichadas invitando a lo que para los y las comunistas es una cita de honor. Por el lado de la zona sur, camaradas nucleados en torno a El Tuñón restauraron los pañuelos blancos pintados en los alrededores del centro cultural. 

Cada una de las movilizaciones como de las acciones que se desarrollaron en cada punto del país, son una contribución inconmensurable para la batalla por sostener viva la memoria y sostener intacta esa rebeldía que los 30.000 nos dejaron como legado.