CRECE EL DESCONTENTO POPULAR
Organizar la bronca
En el verano caliente, su discurso en Davos lanzó a la calle a una multitud que se reunió en asamblea espontánea y salió a marchar contra su discurso homo-odiante y misógino con una consigna transversal, amplia y directamente en contra del gobierno, una marcha contra el fascismo. La estafa cripto asentó un fuerte golpe a la supuesta imagen de solidez que se contradice con la realidad cada vez más paupérrima que viven las amplias mayorías populares. El circo empezó a ser insuficiente.
Los jubilados en su ronda de los miércoles al Congreso fueron gaseados y apaliados en un festín de horror. Sin embargo y a pesar de la vocación gaseadora de los milicos de azul, hubo un quiebre y la solidaridad popular se emplazó para hacer frente a tanto oprobio. De apoco y cada vez más se empezó a acompañar el reclamo de uno de los sectores más ajustados. El miércoles 12 muchas hinchadas de clubes se hicieron presente y el gobierno desplegó todo el accionar represivo del Estado, el Estado que sí les gusta y en el que no reparan en gasto, con un operativo a la medida de Bullrich y Milei en pantalla completa el prime time.
A la represión brutal que dejó al fotógrafo Pablo Grillo al borde de la muerte, a una jubilada con un golpe tremendo en la cabeza y cientos de detenidos que fueron rápidamente liberados le respondió una movilización aun mayor el miércoles siguiente. Como en anteriores momentos de la historia reciente, los miércoles están pasando a ser un emblema de la lucha contra el gobierno hambreador. A pesar de todo, parece que, en la Argentina de Milei, la liquidación de ingresos populares y la motosierra a la salud, la educación y la protección social no eran tan bienvenidas como nos cuenta el gobierno y su aparato de propaganda.
El 24 de marzo, a 49 años del golpe una multitud colmó Plaza de Mayo y todas las calles hasta la 9 de julio. La masividad de la marcha en Buenos Aires y en el país no fue una sorpresa, pero se venía de otras manifestaciones que fueron duramente reprimidas y de un ataque a todo lo que significan las políticas de Memoria, Verdad y Justicia. El documento de unidad se leyó en la plaza cerca de las seis de la tarde y eran las ocho y media y la gente permanecía sin querer irse. Acudieron familias enteras, centros de estudiantes, sindicatos, organizaciones sociales y partidos políticos, además de los organismos de derechos humanos, Madres y Abuelas en un ir y venir que tenía aire de encuentro y festividad por reconocerse en la memoria intacta y la voluntad de manifestar nuevamente que fue un genocidio y que fueron 30.000. Que hay pueblo que resiste, que hay reservas para rato, aunque el fascismo neoliberal se fume las del Central todo los días y el cadete con su ministro de economía no sepan cómo hacer para llegar a octubre sin devaluar.
La semana pasada y esta fue una hemorragia del verde papel y los mercados clamaban devaluación. El gobierno no dio pie con bola (¿con la tarea que tienen podrían siquiera hacer pie?). El Banco Central intervino toda la semana sin descanso para pisar el dólar; Toto salió a calmar a los mercados; el Fondo lo desmintió; salió Milei desesperado para desmentir al Fondo, y por fin Georgieva a apoyar al cadete. Argentina tendrá el 40 por ciento de toda la deuda que haya concedido el Fondo Monetario Internacional. Todos préstamos políticos.
En respuesta el PJ le advirtió al Fondo que no aceptaba la legalidad de la nueva deuda. Al otro día del comunicado, el jefe del Departamento de Estado de Estados Unidos, el verdadero jefe de los Milei, Macri y Cia., Marco Rubio, prohibió el ingreso a ese país de Cristina Kirchner y sus hijos, se le pasaron les nietes.
El gobierno está en un problema, está obligado a devaluar (lo piden todos sus patrones de afuera y de adentro), pero el cadete necesita aguantar hasta las elecciones para no precipitarse en una derrota. Milei y Caputo quieren la plata para aguantar hasta después de octubre, como pasó con Macri, pero más rápido.
Sí, el reloj de arena se dio vuelta. Por lo pronto la CGT, que tiene el olfato más desarrollado que Larreta, planteó una jornada de 36 horas de lucha con paro de 24 horas a la que se pliegan las dos CTA. Comenzará el miércoles 9. La protesta gana la calle, unificar las luchas de todos los sectores afectados es la tarea.