MANUEL BELGRANO

Desde el principio de la Revolución

Por Rodolfo G. Módena

Ay, Patria mía…!”, dicen que dijo Manuel Belgrano en su lecho de muerte al ver al país corromperse entre mezquindades y dobleces.

¿Qué nos diría hoy, cuando un Ministro de Hacienda de la Nación le pide perdón a los capitales españoles de Repsol, porque el kirchnerismo los hizo sufrir quitándoles el manejo liquidador de YPF para restituirla a la soberanía nacional argentina? ¡Porque para Alfonso Prat Gay, novedoso sentimental de las finanzas privadas, “los capitales sufren”! Curiosa contribución al conocimiento científico de la postmodernidad.

¿Será que como dijo Belgrano: “Ninguna cosa tiene su valor real, ni efectivo en sí mismo, sólo tiene el que nosotros le queremos dar; y éste se liga precisamente a la necesidad que tengamos en ella; a los medios de satisfacer esta inclinación; a los deseos de lograrla”? Tal pareciera ser el prisma valorativo y volitivo del Ministro amante de los capitales españoles, de la heredera de la Banca Morgan yanqui y del banco colonial británico HSBC.

¿Aquel que ni pidió permiso para crear, enarbolar y hacer jurar nuestra bandera, pediría disculpas por la renacionalización de Aerolíneas Argentinas, nuestra línea aérea de bandera, otrora también en manos de los capitales españoles vaciadores del Grupo Marsans?

¿Acaso aquel que combatió como Capitán de milicias durante las Invasiones Inglesas le pediría perdón al Reino Unido porque el pueblo de Buenos Aires recibiera a sus tropas con aceite hirviendo?

¿Qué opinaría cuando la canciller Susana Malcorra, en su pretendida carrera a la Secretaría General de la ONU, hace buena letra en Londres, planteando que la cuestión Malvinas no es prioridad del actual gobierno argentino?

¿Y qué del Ministro de Energía, Juan José Aranguren, ex gerente y actual accionista millonario de la Royal Dutch Shell, haciendo negocios antinacionales desde ambos lados del mostrador?

¿O qué de Mauricio Macri, alineando a nuestro país con los dictados del imperialismo norteamericano, ofreciéndole a Estados Unidos hacerse cargo de algunos refugiados sirios, dándole status de intermediador humanitario a la potencia responsable de haber promovido la tragedia de la guerra civil que ha desangrado a Siria?

De ser por el actual gobierno, Belgrano hasta tendría que disculparse por la Revolución de Mayo y de haber dicho, el 24 de mayo de 1810: “Juro a la patria y a mis compañeros que si a les tres de la tarde del día de mañana el virrey no ha renunciado, lo arrojaremos por las ventanas de la fortaleza”.

Este 20 de junio, cuando los argentinos celebramos el Día de la Bandera en su honor, y nos aprestamos a conmemorar el Bicentenario de la Independencia por la que él dio la vida, bien vale recordarlo.

No para poner en su boca las respuestas a nuestros interrogantes, aunque sí para imaginarlas, con alto grado de certeza, de aquel que supo decir: “Yo no sé más que hablar la verdad y expresarme con franqueza: esto me lo he propuesto desde el principio de la revolución y he seguido y seguiré así.”