VENEZUELA

Gran triunfo bolivariano

Con una participación del 61,14% del electorado y el 54% de los votos para el chavismo, la Revolución Bolivariana obtuvo una nueva victoria en las elecciones regionales de octubre. El Gran Polo Patriótico Simón Bolívar (GPPSB) se impuso en 18 gobernaciones mientras que la derecha, aglutinada en la Mesa de Unidad Democrática (MUD), lo hizo en apenas cinco.

El 18 de octubre juraron ante la Asamblea Constituyente 18 gobernadores electos en los últimos comicios.

La victoria popular en las elecciones del 15 de octubre significó un rotundo golpe, no solo a la derecha venezolana, sino también al imperialismo. El chavismo consiguió ganar incluso en dos bastiones históricamente controlados por la derecha: los Estados de Miranda y Lara. La legitimidad obtenida por la Revolución le está permitiendo al gobierno bolivariano poder abordar de forma directa y con mayor eficacia el combate contra la guerra económica y los planes desestabilizadores externos.

En un principio, la oposición decidió no aceptar los resultados electorales y sus cinco gobernadores se negaron a jurar frente a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). El presidente Nicolás Maduro les advirtió que, de continuar con esa postura, no podrían asumir sus cargos. Finalmente, cuatro de los cinco gobernadores derechistas decidieron aceptar los resultados y juraron ante la Asamblea. Solo el gobernador del Estado Zulia se mantuvo intransigente. Esta situación generó una profunda ruptura dentro de la coalición opositora que resultó en la renuncia de Henrique Capriles a la MUD. Así y todo, el imperialismo está buscando una nueva estrategia de desestabilización, instigando a grupos separatistas en los tres estados occidentales fronterizos con Colombia y controlados por la derecha (Zulia, Táchira y Mérida), la denominada “Media Luna” venezolana, en donde Estados Unidos podría utilizar la región como cabeza de playa para una posible intervención.

Mientras tanto, Nicolás Maduro convocó a todos los gobernadores, incluyendo a los opositores, para acordar estrategias y comenzar a coordinar y aplicar el Plan de la Patria. Mientras el Estado nacional pondrá la lupa en la economía, los Estados provinciales se enfocarán más en lo social. En la reunión se acordaron diversos proyectos e iniciativas, como la creación de “cuadrantes de paz” para combatir y prevenir el delito; la reparación y el mantenimiento del transporte público (con el apoyo material y logístico de China); la creación de la Gran Misión “Amor Mayor”, que buscará alcanzar el 100% de cobertura previsional, y la creación del plan “Chamba Juvenil”, cuyo objetivo es insertar a la juventud al trabajo y al deporte. Se decidió también reimpulsar el Movimiento “Somos Venezuela”, compuesto por 86.000 brigadistas y cuyo objetivo es articular las misiones y grandes misiones junto a las barriadas populares. Desde su creación en junio de este año, las brigadas han atendido a más de 15 millones de venezolanos y han logrado que las misiones sociales sean más accesibles a la población.

Esta victoria, luego de meses de arremetida reaccionaria, demuestra el grado de conciencia y madurez política alcanzado por el pueblo venezolano, que está observando el desastre económico y social generado por el neoliberalismo en el mundo y particularmente en América Latina: ajustes, endeudamiento, privatizaciones, reformas laborales regresivas, destrucción de la industria nacional, fuga de capitales, aumento de la desocupación, de la pobreza y la desigualdad, entre otras calamidades. En el Brasil de Temer hay 3 millones de nuevos pobres solo en 2016, mientras que la Argentina de Macri va por igual camino. El imperialismo quiso hacer lo mismo con Venezuela pero no le fue posible gracias al nivel de conciencia adquirido por la clase trabajadora. Cuando un pueblo tiene conciencia de sus intereses a corto, mediano y largo plazo, no hay espejitos de colores que valgan.