La República Bolivariana de Venezuela continúa resistiendo los embates del imperialismo a través de la organización popular cívico-militar, el estado de movilización permanente del pueblo y la alianza estratégica con diversos países aliados.

El Plan de recuperación económica impulsado el año pasado por el presidente Nicolás Maduro comenzaba a mostrar buenos resultados este año, mientras que la entrada en vigencia del nuevo mercado cambiario (Interbanex) había conseguido estabilizar el tipo de cambio y bajar considerablemente la hiperinflación durante los meses de febrero y marzo. Sin embargo, a mediados del mes de marzo, EE.UU endureció aún más su política criminal complicando los planes de recuperación acelerada del chavismo.

Hoy, el bloqueo económico y financiero de EE.UU. es total y el comercio entre ambos países es prácticamente nulo. Luego de la confiscación de CITGO (filial de PDVSA en Estados Unidos) por parte del gobierno de Trump, las exportaciones de Venezuela hacia ese país se derrumbaron por completo en el último mes. Venezuela se encuentra realizando el trabajo titánico de reconvertir toda su estructura comercial para poder exportar cada vez más petróleo y otros productos al continente asiático. Como si fuera poco, los yanquis continúan apretando con permanentes provocaciones. En el mes de abril Venezuela recibió decenas de ataques de sabotaje contra el sistema eléctrico nacional.

A pesar de semejante arremetida, estos ataques continúan chocando contra la gran muralla de conciencia que tiene el pueblo venezolano, que siempre sale adelante. El pueblo sigue firme en defensa de su Revolución y sus conquistas históricas. El país continúa combatiendo todos los días para superar la guerra económica y el bloqueo criminal. Se siguen repartiendo las cajas de alimentos CLAP todos los meses, se siguen entregando viviendas gratuitas a las familias trabajadoras, las ferias populares y comunales continúan cumpliendo el rol que las empresas privadas especuladoras no cumplen, se siguen reactivando empresas productivas sin depender de la renta petrolera, las misiones sociales de salud y empleo juvenil continúan ampliándose, etc. La Revolución Bolivariana sigue con la vitalidad de siempre, muy a pesar de los esfuerzos desesperados del imperialismo por destruirla.