Tanto la República Popular China como la República Socialista de Vietnam, ambos países gobernados por Partidos Comunistas, ya comenzaron a levantar sus respectivas cuarentenas (cercanas a tres meses) y sus aparatos productivos se preparan para volver a crecer a las tasas más altas del mundo.

Si bien el parate por la cuarentena hará que el promedio de crecimiento de ambos países ronde este año cerca del 3% para China (según Goldman Sachs) y un 4.9% para Vietnam (según el Banco Mundial), para el 2021 el crecimiento volverá a valores previos a la pandemia, cercanos al 6 y 7% anual respectivamente. Por el otro lado, para los países neoliberales y con mayor grado de privatización de sus economías, los derrumbes de 2020 serán catastróficos, en especial en los Estados Unidos, donde la desocupación ya llegó a niveles históricos (sólo durante una semana 6,6 millones de personas solicitaron subsidios de desempleo) y se estima que para fin de año la desocupación podría superar el 12%. Europa, Medio Oriente y gran parte de América Latina también sufrirán caídas importantes. Mientras que en Estados Unidos ya murieron 60.000 personas por el coronavirus, en China fueron 4.633; y mientras que en Italia fallecieron 27.359 personas, en Vietnam hubo 0 decesos (dato oficiales al 28/4/2020). El caso de Vietnam socialista podría considerarse el más exitoso a nivel mundial.