El objetivo desestabilizador

Se dice con frecuencia que la inflación es un fenómeno multicausal. No obstante, hay causas que prevalecen sobre otras. Se procuró, desde la gestión económica, achicar el déficit, reducir la emisión monetaria, contener al dólar y apostar a una reactivación de la actividad para recuperar el consumo. Lo que indican algunos manuales. El presidente habló una y mil veces con los empresarios que producen, distribuyen y comercializan, adentro y hacia afuera. Lo cierto es que los salarios siguen perdiendo poder adquisitivo frente al alza de los precios, en particular de los alimentos. La causa, aquí y ahora, es política. Con pingües ganancias para los monopolios, además.

Semanas atrás, Alberto anunció un importante aumento en el poder de compra de la Tarjeta Alimentar y una duplicación del universo de quienes la perciben, ahora casi 4 millones de personas. Una inversión cercana a los 250.000 millones de pesos. La medida, muy necesaria, fue anunciada un viernes. Ese mismo fin de semana se produjo una remarcación obscena en los precios, fundamentalmente de carnes y lácteos. ¿Qué es lo que motiva a empresas como Arcor, Molinos o Ledesma, a sabotear a un gobierno que les permitió en un año recuperar lo que perdieron durante todo el macrismo? Una definición política e ideológica. El problema no se resuelve entonces con diálogo y consenso, o hablando de tirar todos para el mismo lado. Es importante defender el bolsillo de los y las trabajadoras, la principal base de respaldo del Frente de Todos.

La decisión de cerrar por 30 días las exportaciones de carne es correcta. Más allá del impacto inmediato en los precios de góndola (que pueden entreverarse a partir del lockout patronal y un eventual desabastecimiento) es una reacción política del gobierno que saludamos. Es necesario evaluar también un aumento de las retenciones para desdolarizar en el mercado interno el precio de los commodities. Sin límites de exportación por obra de Macri, hoy están en alza por la creciente demanda de la locomotora china. Los factores de poder no quieren acuerdos, por eso tenemos que controlar más decididamente los precios. Somos concientes de las múltiples variantes y actores que intervienen, por eso mismo no es sencillo el asunto. Pero el enemigo busca desestabilizar al gobierno, lo que exige responder con firmeza. Elevar los ingresos de las mayorías, directa o indirectamente, es la prioridad en este momento.

En línea con esto, destacamos el proyecto de ley de Zonas Frías impulsado por Máximo Kirchner, que implica una disminución del 30% y 50% sobre las facturas de gas en municipios de las provincias de Buenos Aires, Mendoza, San Juan, San Luis y Salta. También el proyecto aprobado en el Senado que solicita al Ministerio de Economía que los fondos que recibirá el país por parte del FMI en concepto de Derechos Especiales de Giro se utilicen para resolver cuestiones derivadas de la pandemia de coronavirus, y no para pagar deuda. La creación de una Comisión Bicameral para el seguimiento y control de la licitación de la Hidrovía del Paraná también es una decisión importante en el marco de las discusiones actuales. El Estado debe asumir la gestión de este corredor estratégico. La reforma del Ministerio Público Fiscal viene muy a cuenta, en particular luego de los ataques de la Corte Suprema a la institucionalidad y autoridad presidencial.

Cristina tuvo dos apariciones públicas muy relevantes durante los últimos días. En ambos casos se explayó sobre el lawfare (o instrumento mediático-judicial del imperialismo) para revertir los procesos liberadores en nuestro continente. Los yanquis buscan que lleguemos en muletas a las elecciones de medio término. Crisis sanitaria, crisis social y crisis política es lo que intentan sincronizar. La victoria de las fuerzas populares en Chile en la elección convencional constituyente y de gobernadores y alcaldes (con un avance realmente cualitativo de los comunistas) abre la oportunidad histórica de sepultar definitivamente al pinochetismo en la nación hermana. El auge de masas en Colombia también es un fenómeno sin antecedentes en décadas. Un triunfo del Frente de Todos consolidaría la tendencia regional contra el neoliberalismo. Esto es lo que está en juego