COLOMBIA Y BRASIL

Asume Petro y juega Lula

El próximo 7 de agosto Gustavo Petro tomará posesión del gobierno de Colombia. Un acontecimiento histórico por varios motivos, analizado en éstas páginas. Pero proponemos retrotraernos a la primera cita electoral, donde se conformó la representación parlamentaria. Esto resulta decisivo en el marco del novedoso camino que comenzará a transitar la nación bolivariana.

El pasado 21 de julio se constituyó el nuevo Congreso, donde el presidente electo logró mayoría en ambas cámaras. En el Senado, Petro tendrá 63 de los 108 asientos. El acuerdo de bloques que apoyará al gobierno está compuesto por el oficialista Pacto Histórico con veinte senadores; Alianza Verde con ocho; el Partido Liberal con catorce; la Alianza Social Independiente con cuatro, indígenas con dos y los Comunes (ex FARC) con cinco. En el último tramo se incorporó el otrora uribista Partido de la U, con diez senadores. En la Cámara de Representantes, Petro sumó 110 de las 188 bancas, con una composición de fuerzas similar a la del Senado.

Son tres los proyectos de ley que el gobierno del PH se propone comenzar a discutir durante el 2022. En primer lugar, una reforma tributaria que otorgue progresividad a la recaudación impositiva. De mínima, derogando lo sancionado en 2019 por Iván Duque que disparó el raid de luchas que sellaron su destino. En esta primera instancia, el gobierno electo se propone recuperar unos 12 mil millones de dólares que serán destinados a financiar programas sociales.

Por otra parte, Cecilia López, futura ministra de Agricultura, afirmó que el gobierno impulsará una “reforma agraria sin timidez”. En declaraciones publicadas por el diario El Tiempo, López dijo que la reforma apunta a dos cuestiones claves: “Primero, no se van a distribuir baldíos. Segundo, se va a distribuir tierra productiva. Esa tierra productiva principalmente está en la ganadería. Ahí está el mapa que hay que manejar y el instrumento es: o paga el impuesto que debería pagar por una tierra que produce o se la vende al Estado”.

En cuanto a la reforma política, el gobierno entrante apunta a modificaciones para la presentación de las listas, que el Estado sea el que financie de manera completa las campañas electorales y se cree una nueva autoridad electoral. Otros proyectos en agenda están vinculados a la creación del Ministerio de Igualdad, que estará a cargo de la vicepresidenta electa Francia Márquez. También se creará el Ministerio de Paz, Convivencia y Seguridad, al que se incorporará la Policía, que hoy está bajo el mando del Ministerio de Defensa.

El gobierno de Petro también buscará aprobar una o varias normas referidas a la implementación del acuerdo de paz con las FARC y el establecimiento de un diálogo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

SE LANZÓ LULA

La federación de partidos “Brasil de la Esperanza” oficializó la candidatura presidencial del exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores (PT), acompañado por el exgobernador de San Pablo Geraldo Alckmin, del Partido Socialista Brasileño (PSB), la fórmula que lidera todos los sondeos para las elecciones del 2 de octubre.

En estas elecciones entran por primera vez en vigor los cambios de la reforma electoral de 2017, que implica la nueva figura de las federaciones: alianzas de partidos que deben durar los cuatro años de mandato.

En una convención nacional, el PT había aprobado la fórmula Lula-Alckmin. Acto seguido lo hizo la alianza que lo respalda, integrada por el PT, el PSB, el Partido Comunista de Brasil y el Partido Verde.