RESISTENCIA ES

Lucha, conciencia y organización

Transcurridos pocos días desde el balotaje, rápidamente pudimos constatar la debilidad de la fuerza que gobernará nuestro país a partir del 10 de diciembre. Idas y vueltas en la designación del futuro gabinete, confirmaciones, desmentidas y portazos cuando aún no asumieron: un verdadero paso de tragedia con Macri colonizando una parte del Ejecutivo. Ya sin los fuegos artificiales del triunfo, podemos observar con más claridad el escenario. En sus primeras definiciones, Milei avisó que va a privatizar YPF, el sistema de medios públicos y Aerolíneas Argentinas; se acaba la obra pública, puso en duda el pago del medio aguinaldo y anticipó un ajuste de 15 puntos del PBI para los primeros meses de su gobierno. Tendrá que medir la fuerza de que dispone para hacer lo que quiere. Para empezar, abandonó rápidamente la bandera de la dolarización y la clausura del Banco Central.

Esto nos lleva a dimensionar la importancia de las elecciones generales del 22 de octubre, donde se definió la composición del Congreso, gobernaciones, intendencias, etc. Milei anunció que el 11 de diciembre convocará a sesiones extraordinarias para el tratamiento de una ley ómnibus que incluye una reforma del Estado claramente neoliberal, un deja-vu de los 90. Lo cierto es que, aún sumando los legisladores de LLA y Juntos por el Cambio, están muy lejos del quórum en la Cámara de Diputados. Más adverso es el panorama en el Senado, donde Unión por la Patria está a pocos votos del quórum propio. Sin embargo, no se puede descartar la “compra” de voluntades, en particular de aquellas provincias que necesitan recursos mes a mes para su funcionamiento. No tiene sentido adelantarse, aunque sí analizar serenamente cuáles son las condiciones objetivas de las que parte el gobierno de ultraderecha.

Lo evidente es que se vienen meses difíciles para nuestro pueblo. La designación de Luis Caputo al frente de Economía anticipa un nuevo ciclo de endeudamiento y fuga. Ofrecen como garantía los activos de YPF y del FGS de la Anses (la plata de los jubilados). El FMI prestará “asistencia” ante la promesa de un programa ajustador que recaerá sobre los salarios, las jubilaciones y las tarifas de los servicios públicos y que conlleva la caída de miles de puestos de trabajo, empezando en el sector de la construcción (ejemplo de lo que quieren generalizar eliminando indemnizaciones). Vamos a un escenario de lucha en las calles y en el Congreso y a conflictos con las provincias por la coparticipación, por mencionar algunos escenarios. Al mismo tiempo, una parte significativa de quienes votaron a este gobierno serán los primeros afectados. Sectores humildes de laburantes que sentirán la dureza del neoliberalismo.

Enfrentamos a un enemigo poderoso, pero con los pies de barro. Cuentan con la mafia judicial, que en un mismo día benefició a Macri por duplicado (sobreseimiento por la desaparición del ARA San Juan y suspensión de las elecciones en Boca), y notificó a la compañera Cristina que será un blanco móvil durante el próximo periodo. Siembran miedo para desmovilizar, con el objetivo de facilitar la embestida contra las mayorías. Pero no sucumbiremos ante los intentos de generar pánico y desánimo. Desdramatizamos y nos preparamos para resistir. ¿Y qué es resistir en las actuales circunstancias?

Con las masas todo, sin las masas nada, es una orientación histórica de nuestro Partido. 

Será necesario desarmar el sentido común instalado que posibilitó la victoria de un proyecto de entrega y saqueo denunciando a sus verdaderos beneficiarios. La lucha contra las medidas antipopulares puede abonar el terreno para el desarrollo de la conciencia política. Ante cada acción concreta, habrá que dar una respuesta concreta. Desde los movimientos de masas, desde cada reivindicación por pequeña que parezca, nunca de manera aislada.

Apoyar las luchas desde abajo, anticipar los conflictos y estar ahí, organizar desde los sindicatos, en los colegios, en las universidades, en la juventud, en los barrios, para enfrentar los golpes que van a venir. En ese camino, reflexionando en la lucha junto a nuestro pueblo, elevaremos nuestra conciencia y organizaremos la defensa de lo que hoy está en juego: la existencia misma de nuestra Nación.