EDITORIAL:

PARA ENFRENTAR LA SEGUNDA FASE DEL AJUSTE

Unidad Ciudadana

Sobre el filo del vencimiento del plazo para la presentación de alianzas de cara a las próximas elecciones legislativas, el denominador común que aglutinaba a todas las voces de la derecha bordeaba la obsesión: Cristina. O mejor dicho: cómo debilitar a Cristina. Una vez más, la ex mandataria concentra una atención excluyente, precisamente porque continúa concitando el respaldo de las grandes mayorías nacionales, más aún en el actual contexto de agudización de la crisis económica y social. La decisión de conformar el Frente Unidad Ciudadana nos convoca a orientar todos nuestros esfuerzos para frenar la segunda fase del ajuste que pergeña el gobierno, en lugar de enredarnos en una interna promovida por los factores de poder real cuyo único propósito era el de esmerilar la candidatura de la única referente en condiciones de conducir la lucha contra la aplicación del neoliberalismo y orientar el proceso necesario para restituir el proyecto nacional en nuestra patria. Ahora el imperialismo se pregunta qué hacer con Randazzo.

El enemigo procuró por todos los medios aislar a Cristina, disputarle su influencia determinante en el seno del peronismo. Sin embargo, una abrumadora mayoría del peronismo de la provincia de Buenos Aires, junto a diversos sectores políticos y sociales de distintos orígenes e identidades (además de las fuerzas que con mayor consecuencia la hemos acompañado desde el 25 de mayo de 2003) ha respaldado la presentación de la alianza que impulsará la candidatura de CFK. Esta es la realidad, la que se vive en los barrios, más allá de los sellos institucionales. Esto es lo que explica también la brutal embestida del complejo mediático y judicial contra la ex presidenta. En los últimos días inventaron la incriminación de Aldo Ducler, desempolvaron (una vez más) la “denuncia de Nisman” y la causa por su muerte, y la mandaron a Stolbizer con un papel en las manos al Palacio de Tribunales, ahora para intentar desviar las revelaciones de Odebrecht, que desvelan a Macri y a su parentela. Los ataques a Cristina incluyen la decisión de asfixiarla económicamente, tal como lo explicitó Bonadío al bloquear los ingresos familiares.

Mientras Espert, Melconian y AEA exigen en coro el fin del “gradualismo”, una delegación del FMI recorre los ministerios imponiendo una hoja de ruta para la próxima etapa. El sector agroexportador realizó la liquidación de dólares más baja de los últimos siete años, a la espera de otra gran devaluación para después de las elecciones. La anulación de un hachazo de 170 mil pensiones por invalidez (que llegarían al millón) muestra la disposición del gobierno de hundir el cuchillo hasta el hueso, con dos objetivos estratégicos para el neoliberalismo: la privatización del sistema previsional y una nueva reforma de precarización laboral. A tales efectos es relevante el aumento de 1,6 por ciento de la desocupación registrada durante el primer trimestre de 2017, que ahora escaló al 9,2 por ciento, lo que equivale a 1.700.000 personas. En el Gran Buenos Aires, el número de desocupados asciende al 11,8 por ciento. Se va configurando una bomba de tiempo, impulsada además por una emisión de deuda descontrolada y un auge de la especulación financiera que se infla a costa de una economía en recesión. Cambiemos apela al caballito de la inseguridad (que en el Conurbano se ha desbocado) porque no puede mostrar absolutamente nada que no sea desastroso para el pueblo en materia económica.

Cristina difundió un documento -que es en esencia una propuesta de acuerdo programático- bajo el título Unidad Ciudadana para volver a tener futuro. Había señalado semanas atrás que nuestros candidatos serían aquellos que estén dispuestos a defender en el Congreso esos ejes programáticos estructurales, evitando a los que ante la primera embestida se pasan con armas y bagajes al campamento del enemigo. La lucha se dará en el Parlamento y en la calle, pero fundamentalmente en la calle. Por eso debemos buscar, con audacia y creatividad, las formas de organizar a los millones de compatriotas que hoy celebran la candidatura de la conductora indiscutida del movimiento nacional y popular.