CFK EN ARSENAL

“Vengo a poner el cuerpo, la cabeza y el corazón”

 Como es su costumbre, la presencia de Cristina en Arsenal modificó, de forma drástica, el escenario político. Una vez más, se pone al frente de la tarea esencial hoy, y de cara al futuro: movilizar y organizar a nuestro pueblo en la lucha por frenar el ajuste y vislumbrar un horizonte digno de ser vivido para el conjunto de los argentinos.

Tres horas antes del horario previsto para el inicio del acto, los alrededores de las calles Mujeres Argentinas y Bartolomé Mitre de Sarandí se poblaron de autos particulares, combis, colectivos fuera de línea y gente de a pie que llegaban desde todos los puntos de la Provincia y la Ciudad de Buenos Aires; también desde el interior del país. Familias enteras, militantes, laburantes, jóvenes, adolescentes, niños y niñas conformaban una fiesta que avanzaba bulliciosa hacia el estadio.

Solo algunos afortunados, de las 100.000 personas que acudieron a la convocatoria de Cristina, pudieron entrar. Una gran parte disfrutó del acto en las pantallas de los alrededores del estadio. Poco después de las 15, salió Cristina. Pidió ver las banderas y celebró el grito por Argentina, y entonces dijo: “hoy lo importante no es escuchar mi voz sino que nos escuchemos las voces de todos y todas. Les había pedido que no vengan con banderas altas porque necesitamos vernos, escucharnos, sentirnos: eso que tanta falta les hace a los argentinos. No vengo a contar nada que no sepan porque lo sufren en carne propia: los problemas de trabajo, el empleo que nuevamente ha caído; el fantasma de la desocupación y la flexibilidad, los bajos salarios; los precios por las nubes; y ayer, la última, nos quieren dar 100 años de deuda”.

Su discurso recogió los ejes en los que viene insistiendo y que se encuentran en los 15 puntos de campaña que CFK difundió el 14 de junio, en el documento programático en el que se funda Unidad Ciudadana. “Tenemos que ponerle un límite para que pare el ajuste. Pero no nos confundamos. Con ellos no tenemos futuro. Este es el verdadero problema. Así no se pude seguir. Y por ahí escucho que especulan con que esto es para el 2019. Yo quiero que lleguen los argentinos al 19. Los números no cierran en la economía y los hogares; a los comerciantes que tienen que abrir la persiana; a los Pymes y a los científicos que vuelven a pensar en irse del país. Me voy a permitir una licencia, voy a escucharlos, a mirarlos”, dijo antes de comenzar a llamar al escenario a personas que representaban a una buena parte de los sectores afectados por el neoliberalismo con rostro macrista.

Dos becarias del CONICET que perdieron la beca; un estudiante secundario que contó de tres compañeros que habían dejado el estudio para trabajar; otro que perdió un Progresar; jubilados que se van a dormir para no sufrir el frío sin estufas; la dueña de un frigorífico de Avellaneda que en 2012 exportaba y abastecía al mercado interno con 50 personas, de los cuales hoy sólo trabajan 17; un panadero de Ezeiza que vendió maquinaria para pagar indemnizaciones; el presidente de una empresa recuperada que paga 70 mil pesos de luz y 45 mil de agua y además sufre de la apertura de las importaciones y la falta de financiamiento; productores frutihortícolas, una pareja con discapacidad que perdió una de las dos pensiones que cobraban y otros a los que “le desorganizaron y arruinaron la vida”, de entre tantos sectores damnificados durante el año y medio de gobierno de Macri.

Logró el silencio, el respeto y el amor de los presentes que emocionados fueron registrando esos retazos, esas historias de la Argentina en tiempos de avanzada neoliberal. Habló de presente y de futuro. El pasado es Cambiemos que propone lo mismo que desde 1880 vienen a proponernos desde el bloque dominante y las elites, la entrega y el hambre como horizonte para el pueblo. El escenario era todo el estadio, era Cristina rodeada de historias encarnadas en hombres y mujeres de carne y hueso.

Puso sobre la mesa nuevamente los dos modelos económicos, políticos y culturales de país en disputa. El acto hizo eco de su discurso del 9 de diciembre del 2015, cuando señaló los peligros que se avecinaban y reafirmó que “la tarea sigue, porque no hay que confundirse, el lugar natural de un militante siempre es junto al pueblo.” Y del 13 de abril de 2016, en los tribunales de Comodoro Py, cuando planteó la necesidad de unificar fuerzas en un frente ciudadano que ponga freno al neoliberalismo. Esta es la construcción a la nos convoca y por la que nuevamente viene a “poner el cuerpo, la cabeza y el corazón”, contra la alianza de la derecha en el gobierno y que la lleva nuevamente a encabezar la lista como candidata a senadora en la provincia de Buenos Aires para transformar, nuevamente, la realidad. Porque de eso se trata militar.

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Cristina saluda al inicio del acto.

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Cientos de miles acudieron a la convocatoria.

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Emoción y alegría entre los manifestantes.


TEXTUALES CFK

“Por eso convoco y los convoco a la unidad ciudadana, a la unidad de todos los argentinos y de todas las argentinas. Porque estoy convencida de que esta etapa histórica de agresión neoliberal a todos los estamentos de la sociedad no es una cuestión de partidos políticos. Se los digo sinceramente, y se los vengo diciendo hace tiempo, me lo han escuchado desde el año pasado; lo veo y lo siento.”

“No dan los números en los hogares, en los comercios, en las pymes que están al borde del cierre y la ruina, no dan los números a los científicos que ven cómo se escurre su presupuesto y ya piensan en irse del país. Por eso es importante y por eso creo que esta unidad ciudadana tiene que representar las voces, los intereses, las necesidades, todos los problemas que hoy tiene la sociedad.”

“Esto es lo que yo digo que es desorganizar y arruinarle la vida a la gente, de estas cosas tenemos que hablar en Unidad Ciudadana, el resto no importa. Tenemos que volver a ordenar la vida de los argentinos. Esta es la realidad. Podrás tener coaching, te podrán guionar los discursos, podrás poner carita de buena… A mí no me salieron nunca las caritas de buena, pero ésta es la realidad que tenemos que encarar, compatriotas, y modificar. Yo nunca guioné mi vida, nunca guioné mis pensamientos, mis ideas.”

“Quiero volver a ser parte de un movimiento político donde lo importante es el pueblo, donde lo importante son los que sufren, los que necesitan, los comerciantes que tienen que levantar la persiana todos los días, los empresarios que tienen que dar trabajo y poder pagar salarios.”

“Esta es la Argentina que queremos, esto es Unidad Ciudadana, para que lo entiendan todos y todas. Gracias y mucha fuerza. No hay que bajar los brazos, no hay que ponerse tristes, no hay que llorar; al contrario, esto debe darnos la fuerza a todos y a todas para saber que tenemos que construir algo mejor de lo que tuvimos hasta ahora.”