20 DE JUNIO – DÍA DE LA BANDERA

Belgrano o los cipayos

Por Rodolfo G. Módena

Este 20 de junio nos encontró a los argentinos sumidos en una situación realmente calamitosa para la soberanía nacional y el futuro de nuestro pueblo.

No es un dato menor que el presidente Macri no concurriera al acto de homenaje tradicional en Rosario. Estaba entregando nuestra soberanía e hipotecando a los trabajadores, a los jubilados y a futuras generaciones del pueblo argentino con su acuerdo leonino y vendepatria con el Fondo Monetario Internacional.

Casi todos los argentinos sabemos que el 20 de junio se celebra el Día de la Bandera en honor de Manuel Belgrano (fallecido ese día de 1820), creador rebelde de la misma y uno de los principales revolucionarios de nuestra gesta independentista. Parecen no saberlo, claro está, los funcionarios del actual gobierno neoliberal, ajustador y entreguista. Y aunque algunos de ellos lo sepan, poco les importa, porque solo tienen su interés puesto en los negocios y la timba financiera, sus cuentas offshore y su indeseable fuga a Miami u otro “paraíso” de mercenarios el día en que el pueblo los derrote definitivamente.

Tan lejos están de Manuel Belgrano cuando decía: “Deseo ardorosamente el mejoramiento de los pueblos. El bien público está en todos los instantes ante mi vida”, como lejos están los monopolios transnacionales y el FMI de la clase trabajadora y los pueblos oprimidos del mundo. Tal es la verdadera e irreconciliable “grieta”: la de la lucha de clases, la de Patria o colonia, la de FMI o Pueblo, la de Imperialismo o Nación.

Las circunstancias son adversas en estos días que recorren nuestra Argentina y nuestra Patria Grande latinoamericana, pero la resistencia de los pueblos y su lucha más temprano que tarde tendrán la última palabra. Como también supo decir Belgrano: “Estoy muy acostumbrado a contrastes y más espíritu tengo en ellos que en las prosperidades; me ocurre siempre en éstas que después del buen tiempo viene el malo y en éste que ha de venir aquél”. Por algo será, entonces, que siempre Cristina Fernández de Kirchner lo reivindica como su prócer preferido.

El movimiento obrero argentino vuelve a ponerse de pie desde las bases, como en tantos otros momentos cruciales de nuestra historia. La alternativa política está en marcha, basada en la experiencia de los doce años de gobierno kirchnerista. Con Cristina al frente, como conductora indiscutible, aunque algunos oportunistas y traidores sigan sacando cuentas de sus miserables desventuras.

Manuel Belgrano dijo también: “Mucho me falta para ser un verdadero padre de la patria, me contentaría con ser un buen hijo de ella”.

Pues bien, los comunistas, los peronistas y todos los hijos bien paridos de nuestra Argentina sabremos construir la unidad y la fuerza necesaria para estar a la altura del compromiso histórico que nos legara ese humilde, auténtico y magnífico Padre de la Patria que se llamó y se llama Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano. O simplemente Belgrano, para los patriotas del pueblo.

Sabremos construir la unidad y la fuerza necesaria para estar a la altura del compromiso histórico que nos legara el humilde, auténtico y magnífico Belgrano.