En medio del derrumbe de la imagen de Macri, producto de la crisis económica y el fuerte deterioro de las condiciones de vida de la población, el Gobierno lanzó una cantidad de medidas cosméticas a seis meses de las elecciones presidenciales.

Desde noviembre de 2015, los aumentos de precios de productos seleccionados de una canasta de consumo básica del hogar son impactantes. El alza del nivel general fue de 200% en estos 41 meses. En febrero, la canasta básica de pobreza para una familia tipo se situó en 27.570 pesos, 57,2% más alta que el año anterior, frente a un salario mínimo de 11.900 pesos para marzo de 2019. Los 18 millones de beneficiarios de la Seguridad Social también sufrieron una pérdida feroz de su poder adquisitivo. Mientras sus prestaciones crecieron el 141,9% (la jubilación mínima pasó de 4.299,09 a 10.410,37) la inflación de precios minoristas en ese mismo período fue del 197,8%. La canasta de alimentos creció el 311,2% y los medicamentos en promedio el 257%, con lo que la canasta básica para los adultos mayores aumentó este último año el 55,8% y asciende a 30.524 pesos.

El alza excesiva de precios fue provocada por las medidas económicas regresivas impulsadas desde el primer día por Macri y la alianza Cambiemos. La eliminación de las retenciones a las exportaciones agropecuarias; la liberación del mercado cambiario que derivó en devaluaciones constantes; la desregulación y eliminación de controles del mercado interno que desarticuló el equipo de inspectores de la Secretaría de Comercio, y el vaciamiento del programa Precios Cuidados; los sucesivos tarifazos de la mano de la dolarización de las tarifas que aumentó los costos por la suba del gas, luz y combustibles.

En este contexto, la confianza está por el suelo y así lo muestran las encuestas. La percepción mayoritaria es que el camino elegido es un fiasco; para quienes viven del salario, la jubilación o la seguridad social no se puede más. Empiezan a aparecer, hasta en los medios adictos, testimonios de quienes no pueden comer dos veces al día, que a la leche aguada que nos venden la rebajan con más agua para estirarla. La desesperación empieza a resquebrajar el discurso monolítico del ‘estamos mal, pero vamos bien’. El fracaso se huele a lo lejos y hasta los timberos de las finanzas empiezan a remontar vuelo, el riesgo país llegó al récord de 854 puntos y el derrumbe lo detalla la prensa extranjera todos los días.

Para salvar lo que pueda, el gobierno lanza una serie de medidas que se venden como paliativos a la crisis, pero en verdad son un mamarracho para aliviarle a Macri los meses que quedan hasta octubre y ver si pueden parar la caída libre de la imagen presidencial. El “paquete” de dudoso cumplimiento y tiempo limitado (hasta las elecciones) incluye la promesa de congelamiento de 64 productos (en realidad son menos ya que se repiten misma marca y calidad en formatos diferentes) que no tienen manera de controlar; créditos de la Anses con tazas del 50% de interés; retraso en el alza de tarifas; y facilidades impositivas para las Pymes que cierran sus puertas a un número de 40 por día.

Después de aplicar un fuerte tarifazo en todos los servicios públicos, anuncian que mantendrán hasta fin de año las tarifas del transporte público que depende de Nación. Además, anulan el aumento de la luz del 4% en mayo y otro 4% en agosto que iba a completar la suba del 26% de febrero y 14% de marzo, este 8% restante lo pagará el Estado. En el caso del gas, se mantiene la suba del 10% en abril, 9,1% en mayo y 7,5% en junio que en términos acumulados suma 29%, pero con el engañapichanga de la tarifa de invierno aplanada, con descuentos que se pagan en el verano. Tampoco habrá más aumentos de los peajes (que ya aumentaron fuertemente en el año) aunque en la provincia de Buenos Aires Vidal, que es Macri, anunció un nuevo aumento del 33% promedio para La plata-Buenos Aires. No se aumentarán los planes prepagos de celulares hasta septiembre (las empresas acaban de aplicar subas del 18%), sin embargo, después de los anuncios algunas compañías mandaban mensajes a sus clientes informando de nuevas tarifas.

Las medidas anunciadas no alteran el derrumbe del poder adquisitivo, pero pretenden cambiar el humor social y darle un poco de oxígeno a Macri para llegar a la reelección. Recomponer los salarios y los haberes para garantizar un mínimo de subsistencia ¡no! Así que, si hasta ahora no llegabas ni al día 12 de cada mes, en el mejor de los casos y con viento a favor el gobierno te asegura la misma “calidad” de vida hasta octubre, y si gana, ya lo dijo Macri, más de lo mismo, pero rápido y furioso.

Durante el kirchnerismo, Precios Cuidados buscó limitar el margen de acción de las empresas formadoras de precios. El acuerdo alcanzaba a productos de primeras y segundas marcas porque el objetivo era operar como precio de referencia frente a los precios de la competencia. Además, y tal vez lo más importante, es que era parte de toda una política económica y de redistribución del ingreso, que fomentó la producción y la generación de empleo como nunca, promoviendo el consumo, con tarifas subsidiadas para la producción y el pueblo. Néstor y Cristina garantizaban el plato de comida todos los días, también las paritarias y las vacaciones y para muchas y muchos el 0 km y los viajecitos al exterior. Ahora tenemos un gobierno que nos garantiza hambre y penurias con moderación antes de las elecciones y un exceso de miseria para después.


ANSES para la usura

Créditos para jubilados, titulares de la Asignación Universal por Hijo (AUH), titulares de Asignaciones Familiares que cobran hasta 50 mil pesos por mes y beneficiarios de la pensión universal. La tasa, supuestamente atractiva, es de alrededor del 50%. Lanzarán 10 mil nuevos créditos Procrear (aunque descartaron cambios en el sistema de créditos hipotecarios UVA que se volvieron una pesadilla con el estallido inflacionario) y ampliación de créditos para conexión a la red de gas, dirigidos a los usuarios de garrafas. Nada indica que los créditos que se tomen ahora podrán ser pagados o terminen mejor que los anteriores UVA, por eso el Gobierno estableció que se empezarán a pagar después de las elecciones. Todo un alivio, trampa mediante.


Tarifas impagables y tarifazo en gateras

Se suspenden aumentos de tarifas de electricidad y transporte. En gas resta el aumento de junio. Las principales subas en estos servicios ya se habían concretado en los cuatro primeros meses de 2019. El costo de los tramos de incrementos que quedaban pendientes será absorbido por el Estado, es decir que lo vamos a pagar igual porque la transferencia de recursos del pueblo a las empresas energéticas no se congela.


Pacto de caballeros

180 días, 64 productos de almacén de segundas y terceras marcas, muchas de ellas desconocidas. El acuerdo voluntario de precios no cuenta con sistemas de control dado que la Secretaría de Comercio Interior ha sido desmembrada por despidos masivos y desmantelamiento de áreas. Se acordó con las 16 empresas proveedoras de bienes de consumo masivo más importantes del país: Arcor, Bagley, Ilolay, Molinos, Sancor, Quilmes, Ledesma, La Serenísima y Norton (sí, hay vino y birra). No obstante ser un acuerdo entre caballeros, las empresas ya advirtieron que los precios están sujetos a la estabilidad del tipo de cambio.


Carne para pocos

Venta de cortes parrilleros a $149 el kilo, se ofrecen 120.000 kilos semanales, unos 480.000 kilos al mes, un volumen irrisorio comparado con la producción total de carne, y con la cantidad de habitantes (solo en la provincia de Buenos Aires hay alrededor de 17 millones de personas). Si lo dividimos por el total de provincias, el stock de carne por día sería 670 kilos. Los cortes involucrados -asado, vacío y matambre- sólo estarán disponibles en el Mercado Central de Buenos Aires, en algunos frigoríficos de Córdoba y Santa Fe. No llegarán a las carnicerías de barrio.