Por Rodolfo G. Módena

El 19 de julio es una fecha propicia para insistir sobre la encrucijada actual, nacional e internacional, en la que se debate nuestra clase, nuestro pueblo y nuestra Patria, como la Patria Grande toda, a la luz de tres acontecimientos históricos ocurridos, por azar, ese mismo día. Y también una perla negra.

El 19 de julio de 1764, hace 255 años, nacía en Buenos Aires Juan José Castelli, uno de los tres grandes líderes de la Revolución de Mayo de 1810. Junto a Mariano Moreno y Manuel Belgrano fue de los próceres más lúcidos y decididos, que quisieron y no pudieron llevar la revolución hasta sus últimas consecuencias.

El “orador de la Revolución”, el “Robespierre del Río de La Plata”, el “jacobino” que apuró la caída del virrey Cisneros, el que fusiló al contrarrevolucionario Santiago de Liniers, el que marchó al frente del Ejército del Norte, vencedor de Suipacha y libertador de Potosí en nombre de la Primera Junta. El que, derrotado en Huaqui, juzgado y vilipendiado por la mayoría conservadora de la Junta Grande en Buenos Aires, falleció en 1812, convirtiéndose, después de Moreno (1811) y antes que su primo y camarada Belgrano (1820), en una de las víctimas más caras de la revolución interrumpida.

El 19 de julio de 1816, por su parte, el Congreso de las Provincias Unidas, reunido en Tucumán, modificó el Acta de la Independencia del 9 de Julio: “Nos los representantes de las Provincias Unidas en Sud América, reunidos en Congreso General, invocando al Eterno que preside al universo, en el nombre y por la autoridad de los pueblos que representamos, protestando al cielo, a las naciones y hombres todos del globo, la justicia que regla nuestros votos, declaramos solemnemente a la faz de la tierra que, es voluntad unánime e indudable de estas provincias romper los violentos vínculos que las ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojadas, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli”; agregándole “y de toda dominación extranjera”.

Sin embargo, al colonialismo español le sucederían nuevas formas de dominación extranjera como la del neocolonialismo británico del siglo XIX y comienzos del XX y, a ésta, la del imperialismo norteamericano del siglo XX y lo que va del XXI.

Otro 19 de julio, pero de 1979, hace 40 años, triunfaba la Revolución Popular Sandinista en la hermana Nicaragua. En medio de un océano de dictaduras cívico-militares prohijadas por el imperialismo yanqui y las oligarquías vernáculas, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) tomaba el poder político, dando inicio a la segunda revolución democrática, antioligárquica, antimperialista, de liberación nacional y orientación socialista de la Patria Grande; dos décadas después de la Revolución Cubana, dos antes de la Revolución Bolivariana en Venezuela y algo más de la Revolución Democrática y Cultural en Bolivia. Este 19 de julio, caravanas multitudinarias marcharon sobre Managua, desde todo el país, para participar de la gran celebración popular, manifestar masivamente el respaldo popular al gobierno sandinista de Daniel Ortega Saavedra y repudiar las agresiones sistemáticas del imperialismo norteamericano contra la Patria de Sandino y Rubén Darío, de Carlos Fonseca Amador y Tomás Borge Martínez.

Este 19 de julio en Argentina, en cambio, Macri recibía al Secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, quien declaró que las relaciones bilaterales con Macri y con el kirchnerismo “son el día y la noche”, que Macri “ha tomado las decisiones correctas” y que “Argentina se mantiene como uno de nuestros principales socios en la búsqueda para restaurar la democracia en Venezuela”. Por su parte Macri, como buen socio y lamebotas del imperio dijo: “Le pido que le transmita a Donald (por Trump) mi agradecimiento por el respaldo del gobierno de los Estados Unidos a la Argentina frente al FMI que, gracias a su gestión, flexibilizó sus condiciones, lo que nos permitió estabilizar la economía y así estar bien posicionados para las elecciones”, y de yapa le regaló, al ex jefe de la CIA, la perla negra de su declaración de “organización terrorista” al movimiento patriótico libanés Hezbollah. Del enemigo, el consejo.

Tres acontecimientos históricos y una vergüenza nacional de coincidencia aleatoria en su fecha y congruencia política en el devenir de la contradicción principal Imperialismo o Nación, esa por la que nuestro pueblo grita: ¡Patria sí, Colonia no!

Esa por la que nos aprestamos a librar la batalla electoral de 11 de agosto, con el Frente de Todos, para batir al neoliberalismo, que es la política del imperialismo hoy. Se confrontan dos modelos de país. Está en juego el destino mismo de la Patria. De eso se trata “la grieta” objetiva e inexorable. La contradicción principal de la lucha de clases.

Tres hechos históricos y una misma razón: la del “puente de plata” de la Primera a la Segunda Independencia, en el camino argentino y latinoamericano al socialismo.