PATRIA O FMI

La deuda es de los que la fugaron

Días atrás, una investigación del periodista y escritor Jorge Elbaum, reflotó una “feliz” coincidencia: las principales 100 empresas del país son las que registran una mayor compra de divisas (y fuga al exterior) durante el período 2018-2019 del mandato de Mauricio Macri, es decir cuando entró en vigencia el stand-by del FMI por 57.000 millones de dólares, de los cuales ingresaron 44.000 millones. Las más renombradas de esas compañías son: Mercado Libre (Galperín); Telecom (Grupo Clarín); Pampa Energía (Mindlin); Farmacity (Quintana); Grupo Caputo (Caputo); La Nación (Saguier); Arcor (Pagani); FIAT/IVECO (Ratazzi) y Techint (Rocca). Estos son los nombres que deberían estar imputados en el marco de la querella criminal contra los responsables de la deuda fraudulenta que el Presidente anunció el 1 de marzo de este año. Pero… ¿el actual Poder Judicial los va a investigar?

La discusión sigue siendo quién va a asumir los costos de este verdadero latrocinio contra el país ¿Los y las laburantes? ¿Quienes viven de una jubilación? ¿Las pymes, luego de cuatro años de pandemia neoliberal y dos de pandemia sanitaria? Hace algunas semanas, Cristina habló de los riesgos de imponer un cepo al desarrollo nacional. El último 10 de diciembre, frente a decenas de miles de personas, la Vicepresidenta pidió (a quienes quieran oírla) que se despabilen: “Presidente, sé que tenemos muchas dificultades, pero siempre digo que ante las grandes adversidades, grandes acciones. Digámosle al FMI que nos ayude (…) A la Argentina no le faltan dólares, los dólares de la Argentina los tienen afuera, se los llevaron afuera. Necesitamos que el Fondo nos ayude a recuperar de los paraísos fiscales a donde se han ido miles de millones de dólares en evasión, para que les paguemos. Presidente, comprométase a que cada dólar que encontremos en el exterior de los que fugaron, de los que se la llevaron sin pagar impuestos, se lo vamos a dar primero al FMI. Que sea un punto de negociación.” Acto seguido, Cristina exhortó a que “todos los partidos políticos con representación parlamentaria le digan al Fondo que no se va a aprobar ningún plan que no sea el que permita continuar esta recuperación económica”.

Al cierre de esta edición, se discute en diversas comisiones del Parlamento el proyecto de ley de presupuesto 2022. En línea con lo planteado en el párrafo anterior, deben prevalecer los intereses nacionales y no los condicionamientos externos del imperialismo y sus instrumentos de extorsión. La definición respecto al gasto es simple, y al mismo tiempo decisiva. Finalmente, el déficit fiscal total del año 2021 estará en torno al 3,5% del PIB, significando un ahorro (no ejecución del gasto) del 2,3%. Si lo ponderamos al tipo de cambio oficial, es más de un billón de pesos que deberían haberse usado para mejorar las jubilaciones y pensiones, realizar las obras públicas por el 2,5% del PIB como estaba establecido en la ley de presupuesto 2021, y que no se cumplió (Horacio Rovelli – DIC 12, 2021). En su presentación ante el Congreso, Martín Guzmán adelantó que en 2022 habrá una menor emisión monetaria para financiar al Tesoro (a pedido del FMI) y la principal fuente de financiamiento será la colocación de títulos públicos en el mercado local. El ministro reconoció que esa mayor colocación de deuda requerirá de tasas más altas. O sea, más espacio para la timba financiera y menos para el crédito productivo. Esto es lo que se presentó, no obstante esperamos se hagan las modificaciones necesarias. 

Un relevamiento reciente detalla cómo la pandemia del COVID-19 ahondó drásticamente las condiciones de desigualdad que sostienen al capitalismo contemporáneo. Las grandes fortunas cada día más grandes frente a una gran masa de pobres cada día más abrumadora. Tenemos la posibilidad en 2022 de consolidar un camino de redistribución de la riqueza que de perspectivas de desarrollo a las mayorías. De ser así, el pueblo va a bancar en las calles las luchas por nuevos derechos. Y si no es así, también vamos a estar en las calles, en los barrios y las fábricas, en los colegios y universidades, para hacer cumplir el programa electoral que llevó al gobierno al Frente de Todos.