MADRE DE LA PATRIA
María Remedios del Valle
El 9 de Julio de 1816, en Tucumán, el Congreso de las Provincias Unidas del Río de La Plata proclamaba la Declaración de la Independencia. Aquel acontecimiento tuvo, entre tantos otros patriotas, dos impulsores fundamentales: Manuel Belgrano (delegado por Buenos Aires desde el propio recinto de deliberaciones) y José de San Martín desde Mendoza, donde forjaba el Ejército de los Andes para cruzar la Cordillera y liberar a Chile y Perú.
Ellos, San Martín y Belgrano, fueron dos de los principales e indiscutibles “Padres de la Patria”. Pero la Patria también tuvo madres. Mujeres que jugaron roles destacados pero ninguneados por las determinaciones culturales patriarcales, racistas y clasistas.
Una de ellas fue María Remedios del Valle. Argentina afrodescendiente, participó de la resistencia a las Invasiones Inglesas en Buenos Aires, se enroló en el primer Ejército del Norte al mando de Castelli, en aquellas batallas perdió a su marido y sus dos hijos, siguió combatiendo al mando de Belgrano en Tucumán, Salta, Vilcapugio y Ayohuma.
La “historia oficial” solo nos contaba en la escuela primaria de las “Niñas de Ayohuma”, reivindicando su asistencia a los heridos en aquella derrota. Ella era una de ellas, sin nombre, negra y combatiente además.
Belgrano la nombró Capitana del Ejército, siguió combatiendo junto a Güemes, ya los gauchos la llamaban “Madre de la Patria”. Sin embargo, luego tuvo que mendigar por años relegada al olvido.
Este 6 de julio de 2021, por fin, María Remedios del Valle tuvo su merecido reconocimiento al colocarse su retrato en la Cámara de Diputados de la Nación. La actividad se realizó en el marco de la conmemoración del Día de la Independencia, se impulsó desde la Dirección General de Igualdad y el Departamento de Géneros y Diversidad Sexual de la Cámara de Diputados. La imagen de María Remedios del Valle fue cedida por el Ministerio de Cultura de la Nación y se la ubicó en la Sala 1 del Anexo A de la Cámara de Diputados, en el marco del proyecto “Ahora que sí nos vean”.
R.G.M.
