Dos modelos de país se disputaron el 19 de febrero en las elecciones generales en Ecuador. Millones de ecuatorianos salieron a votar por los diversos candidatos a presidente y vice, legisladores de la Asamblea Nacional, representantes al Parlamento Andino y por el SI o No en un referéndum para impedir que oligarcas con dinero en paraísos fiscales puedan ocupar cargos de elección popular.

Lenín Moreno, el candidato de Alianza PAÍS, se impuso con un 39,36% de los votos y con una diferencia holgada sobre el segundo candidato, el neoliberal Guillermo Lasso, que obtuvo un 28,09%. Sin embargo, al no alcanzar el 40% de los votos, los dos candidatos tendrán que ir a balotaje. En tercer lugar quedó Cynthia Viteri del opositor Partido Social Cristiano con un 16,32% y en cuarto lugar, con el 6,71%, Paco Moncayo de la “izquierda democrática”.

En la Asamblea Nacional, Alianza PAÍS obtuvo un porcentaje similar, pero el partido de Lasso consiguió solo un 20% de los votos (el resto se diluyeron en partidos más chicos). La Asamblea Nacional quedará así con un bloque de Alianza PAÍS muy sólido mientras que la derecha se encuentra en un estado de fragmentación absoluta.

La derecha neoliberal ecuatoriana, haciendo uso de sus medios de desinformación y sus agentes de marketing político, basó toda su campaña en propagar mentiras contra el oficialismo. Muy parecido a lo que sucedió en nuestro país y que permitió la estafa electoral de Macri. Sin embargo, la Revolución Ciudadana y su candidato, Lenín Moreno, se mantuvieron firmes y consiguieron un muy buen resultado en base a propuestas concretas para profundizar el rumbo, corregir lo que tenga que ser corregido y mejorar todos los logros económicos y sociales conseguidos durante la presidencia del compañero Rafael Correa.

Por el contrario, las propuestas del candidato Lasso, y su alianza electoral CREO/Alianza por el Cambio, son un calco a las promovidas por el FMI: reducción del gato público y social, retirarse de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América y unirse a la Alianza del Pacifico, privatizar el sistema jubilatorio, menor injerencia estatal en la economía, etc. Nada extraño, sabiendo de dónde viene este personaje. Lasso fue Ministro de Economía durante el gobierno de Jamil Mahuad (1998-2000), el responsable de dolarizar toda la economía ecuatoriana y también fue asesor del ex presidente Lucio Gutiérrez (2003-2005). Además fue presidente de la Asociación de Bancos del Ecuador en 1994. Un oligarca con todas las letras, representante directo del capital financiero especulativo y de la vieja casta política ecuatoriana que destruyó el país.

Desde el bunker de campaña de Alianza PAIS, Lenín Moreno agradeció al presidente Rafael Correa y llamó a continuar defendiendo la Revolución Ciudadana con más fuerza. “Hay un legado de estos diez años, hay un país transformado que ha recuperado la esperanza. Con carreteras de primer nivel, con escuelas del milenio, con centros de salud, con hospitales, con unidades de vigilancia comunitaria, con aeropuertos, con soberanía energética, el país más seguro de la región. Hay legado, hay candidato y hay que seguir construyendo ese legado”.

Dos modelos de país se disputan en la segunda vuelta el próximo 2 de abril: uno que intenta volver al pasado neoliberal y otro que busca avanzar en un camino de progreso económico y social en favor de las grandes mayorías. La disyuntiva para este balotaje en Ecuador es Revolución Ciudadana o reacción neoliberal.