JUAN ANTONIO BARDEM

Cine y convicción

El 2 de junio de 1922, hace 95 años, nacía en Madrid el comunista Juan Antonio Bardem, de raíz catalana trashumante, hijo, sobrino, hermano, marido, padre, tío y hasta abuelo de actores. Y como para ilustrar tangencialmente, su hermana Pilar Bardem ha protagonizado la exitosa serie “Amar en tiempos revueltos” y su sobrino, hijo de Pilar, es el famosísimo actor Javier Bardem, entre tantos de una familia extensa y prolífica del teatro y del cine español.

Juan Antonio Bardem es considerado uno de los más destacados directores del cine español de la segunda mitad del siglo XX, una de las consagradas “Tres Bes”: Bardem, Berlanga y Buñuel.

Él mismo contaría que, de joven, cuando se iniciaba como cineasta, estaba convencido que con el cine iba a hacer la revolución. Pero que cuando comprendió que la cosa no era tan así como soñaba, maduró su convicción de que el cine sí constituía una herramienta muy importante en la lucha por contribuir a acercar a la misma.

Dirigió más de cuarenta películas, entre las que se pueden destacar “Muerte de un ciclista”, premiada por la crítica en el Festival de Cannes (1955), “La calle mayor”, premiada en el Festival de Venecia (1956), o “Siete días de enero”, premiada en el Festival de Moscú (1979).

También diría Bardem que se lamentaba de no haber podido, por edad y circunstancias, combatir en la Guerra Civil para haber luchado armas en mano por sus ideas contra el enemigo fascista. Y que su vida, desde 1939 a 1977, cuando fue legalizado el Partido Comunista, transcurrió en la clandestinidad, aunque su enorme fama y prestigio internacional le concedieran cierta inmunidad para sortear la censura y alguna que otra detención de la dictadura franquista.

Militante consecuente del PCE, su casa siempre abierta fue lugar de encuentro de lo mejor de la intelectualidad y los artistas democráticos y antifascistas españoles, a muchos de los cuales él supo sumar a las filas del querido Partido Comunista de España.

“Muchos hicieron muchísimo más que yo, pero yo puse mi grano de arena”. Y entre vanidad y modestia, porque él se autocriticaba cierta vanidad como principal defecto personal, cada cual debe saber elegir con cual quedarse en su íntima balanza.

Juan Antonio Bardem falleció en Madrid, a los ochenta años, el 30 de octubre de 2002, y las banderas del Partido Comunista flamearon en su nombre.

R.G.M.