A 43 años del golpe, cientos de miles marcharon en todo el país por la unidad y la memoria. Los organismos de Derechos Humanos condenaron “el avasallamiento que Macri genera todos los días” a los derechos del pueblo.

Como todos los años, el epicentro de la marcha fue la Plaza de Mayo en la que confluyeron alrededor de 300 mil personas bajo la consigna ¡Con memoria y unidad, luchemos por la patria que soñaron las y los 30.000! ¡Libertad a las presas y los presos políticos! La multitud cubrió las avenidas y calles alrededor de la 9 de Julio y la Plaza de Mayo donde se mezclaron familias enteras, una cantidad enorme de personas sueltas, junto a las columnas de los movimientos sociales, de los sindicatos y otras organizaciones. Desde la ex ESMA partieron las impresionantes columnas del kirchnerismo, encabezadas por La Cámpora. El PCCE, con una nutrida columna colmada de jóvenes militantes y banderas rojas que flameaban combativas, también marchó junto a la diversidad de identidades políticas que conforman Unidad Ciudadana, entre ellos Peronismo Militante, Los Irrompibles, Nuevo Encuentro, Unidos Y Organizados, Kolina, Descamisados y la Tupac.

Quince años atrás Néstor Kirchner, el presidente que se declaró hijo de las Madres y las Abuelas, abrió la ESMA a la ciudadanía, pidió perdón en nombre del Estado, y ordenó “bajar los cuadros” de los “asesinos repudiados por el pueblo argentino”. Abrió así el camino de las políticas de Estado de Memoria, Verdad y Justicia. Se declararon inconstitucionales las leyes de la impunidad y los indultos dictados por Menem. Se activaron los juicios de lesa humanidad y con ello nuestro país dio un salto cualitativo en la calidad democrática. Cuántos logros de la década ganada se cimentaron a partir de esta conquista, cuántas reivindicaciones pudieron plasmarse como derechos efectivos gracias al coraje y la voluntad de avanzar decididamente sobre las políticas de derechos humanos que tuvieron Néstor y Cristina.

La multitudinaria caravana llegó con la Plaza colmada y cuando en el palco se leía el documento de los organismos de Derechos Humanos en el que se conjugaban las consignas por memoria, verdad y justicia con el rechazo a las políticas impuestas por el gobierno de Cambiemos. Los carteles improvisados de las y los manifestantes también reflejaban lo mismo: “No hay democracia con presos políticos”, “Nunca Más caigamos en el FMI”. Todos los puntos de continuidad del gobierno macrista con la dictadura estaban expuestos en el espacio público, hilvanado la experiencia de lucha de las distintas generaciones presentes en el acto.

El documento de los organismos de derechos humanos relevó los retrocesos de los últimos años por el abandono del gobierno y responsabilizó también a la Corte Suprema. “Este pueblo consiguió que la Corte Suprema revirtiera el fallo del 2×1”, celebró, pero luego advirtió que la Corte desactivó la Comisión Interpoderes, que tiene decenas de sentencias pendientes que no terminan de quedar firmes. También recordaron las desapariciones de Jorge Julio López, Santiago Maldonado y el asesinato de Rafael Nahuel, pidieron el fin de los presos políticos y señalaron al secretario de Derechos Humanos, Avruj, como el responsable del desfinanciamiento de los sitios de memoria y los programas.

Los reclamos se orientaron, fundamentalmente, a denunciar el avance del mismo modelo económico inaugurado por Martínez de Hoz en 1976: empobrecimiento, desocupación y pérdida de la soberanía: “La pobreza hoy alcanza cifras alarmantes (…) Nuestro país, que es potencialmente rico, ha sido empobrecido adrede por este Gobierno. Hoy la Argentina lidera las cifras de crecimiento de la pobreza en América Latina. Por eso convocamos a la unidad para que decir Nunca Más a la pobreza y el hambre (…) La vulneración del Estado de derecho se ha ido incrementando cada día con este Gobierno y por eso convocamos a seguir defendiendo la democracia. Los tres poderes del Estado están implicados, porque el programa económico del macrismo es la miseria planificada.”

El Partido en la calle

La militancia del PCCE tuvo una activa y destacada presencia tanto en la Ciudad de Buenos Aires como también en las ciudades de Paraná, Rosario, Mendoza, Córdoba y Cosquín, Salta y San Miguel de Tucumán, por citar algunos. En el trazado que unió a la Ex Esma con Plaza de Mayo (donde se piqueteó la prensa durante toda la jornada) se plantó una nutrida columna compuesta en su gran mayoría por pibes secundarios, camaradas universitarios, del territorio, del trabajo sindical y nuestros queridos veteranos. Con pancartas que recordaban al Negrito Avellaneda, Ana Teresa Diego o Chilo Zaragoza, con carteles que pedían por nuestros presos políticos, con el agite y percusión que dejó todo, con los compañeros de organización atentos a cada situación. Encabezada por Pablo Pereyra, secretario general de nuestro Partido, la columna de los comunistas sobresalió por su combatividad, entusiasmo y disposición a asumir cada una de las tareas. ¡Vamos por más camaradas!