El 5 de noviembre de 1975, hace cuarenta y cinco años, fallecía en la clandestinidad perseguido por la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina), el compañero Agustín José Tosco, el más emblemático y ejemplar de los dirigentes sindicales argentinos de todos los tiempos. Tenía 45 años.

 Surgido desde las bases obreras de su gremio y consecuentemente fiel a las mismas, llegó a ser el Secretario General del Sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba, fundador de la CGT de los Argentinos en 1968 y uno de los principales líderes del “Cordobazo” del 29 de mayo de 1969, gesta que marcó el principio del fin de la dictadura de Onganía, esa que se proponía durar cien años y acabar con el comunismo para siempre.

 Tosco fue preso después del “Cordobazo” junto a otros grandes dirigentes sindicales de entonces. Fue condenado a ocho años de prisión, pero salió en libertad en 1972 gracias a la unidad y la lucha de las masas obreras y populares, como él quería y pregonaba con absoluta convicción proletaria.

 Mucho se dice de él, como de todo protagonista que llega a convertirse en leyenda popular. Tosco era marxista. De eso no cabe duda porque él mismo se reivindicó siempre como tal. Algunos dicen que era un afiliado secreto del Partido Comunista. No nos consta y, de haber sido cierto acaso nunca lo sabremos. Lo cierto es que siempre mantuvo fuertes vínculos con el Partido Comunista, también con el peronismo combativo y el PRT. Como sea, el dato es de menor importancia que sus ideas, expresivas de su enfoque marxista-leninista de la situación concreta de su tiempo y circunstancias, del papel de las masas, así como de su clarísima adhesión a la línea de la unidad popular y el frentismo de liberación nacional y social como camino argentino al socialismo.

 Y así decía: “Para que todos juntos, trabajadores, estudiantes, hombres de todas las ideologías, de todas las religiones, con nuestras diferencias lógicas, sepamos unirnos para construir una sociedad más justa, donde el hombre no sea lobo del hombre, sino su compañero y su hermano”.

R.G.M.